La Comisión Nacional de Salud de China ha informado de la identificación de 78 nuevos casos asintomáticos de coronavirus durante este domingo, frente a los 47 registrados la víspera. Los casos importados y los pacientes asintomáticos con el COVID-19 y que pueden transmitir la enfermedad a otros, aunque en un principio no muestren señales de la enfermedad, se han convertido en la principal preocupación en China en las últimas semanas. Las estrictas medidas de contención del gigante asiático han logrado reducir drásticamente la tasa de infección.
Al respecto, el Gobierno chino ha presionado a las autoridades locales para identificar y aislar a los pacientes asintomáticos. De hecho, un total de 705 personas con casos asintomáticos estaban bajo observación médica en este país.
De los nuevos casos positivos, 38 eran personas que habían llegado a China desde el extranjero, en comparación con 25 del día anterior. De ellos, 20 llegaron a la provincia nororiental de Heilongjiang desde la vecina Rusia, según el Ejecutivo provincial. Todos eran ciudadanos chinos que habían volado desde Moscú a Vladivostok, incluidos 12 que estaban en el mismo vuelo del 2 de abril y viajaron a China por carretera.
Otra posible fuente de infección son los aproximadamente 1,6 millones de ciudadanos chinos que estudian en el extranjero, muchos de los cuales han intentado por todos los medios regresar a su país desde que Beijing cortó los vuelos internacionales.
La provincia de Hubei, donde se encuentra la ciudad de Wuhan, epicentro original del brote, registró casi la mitad de los nuevos casos asintomáticos, según la autoridad sanitaria provincial. El problema con el que se enfrentan las autoridades sanitarias chinas es que se acordó que los ciudadanos de esta localidad puedan salir a a partir del 8 de abril, después de que fuera cerrada el pasado mes de enero.
Las infecciones diarias han descendido considerablemente desde el pico de la epidemia en febrero, cuando se reportaron cientos diariamente, pero nuevas infecciones continúan apareciendo. En la actualidad, en China hay registrados oficialmente un total de 81.708 casos, con 3.331 muertes.
Este país cerró sus fronteras a los extranjeros a medida que el virus se propaga a nivel mundial, aunque la mayoría de los casos importados han involucrado a ciudadanos chinos que volvían del extranjero.