Presiones para que Draghi se quede de primer ministro italiano

  • Berlusconi, Salvini y Di Maio y el que fue candidato a la alcaldía de Roma, Carlo Calenda, han manifestado que tiene quedarse donde está para no comprometer la recuperación de Italia

  • Siguen las especulaciones sobre quién sustituirá a Mattarella y si Draghi mantiene su cargo esa silla libre dará lugar a nuevos nombres

  • Un acuerdo trasversal, como el que llevó al ex presidente del BCE a ser primer ministro, garantizaría la estabilidad del país

Mario Draghi consiguió este febrero uno de los ejecutivos más plurales de la historia de la República italiana, llegó, con su demostrada alma de técnico a poner en marcha una recuperación que este país necesitaba tanto tras una pandemia que se había cebado con Italia. Aunaba, así, a todas las fuerzas políticas menos a Hermanos de Italia, el partido conservador de Giorgia Meloni. Demostró desde entonces sus virtudes para el entendimiento, con momentos menos fáciles que otros, pero gozando de un prestigio notable dentro y fuera de su país. Ahora, los partidos que apoyan su Gobierno, en el puzzle que en febrero debe decidir quién sucede a Mattarella, lo han descartado a él, como se decía hasta el momento, lo quieren donde está, evitando también que su salto al colle desencadenase unas elecciones anticipadas.

Lo dijo Berlusconi en una entrevista al Corriere. “Draghi es un patrimonio para Italia, hay que aprovechar esa situación”, expresaba. Le preguntaban además si su apoyo al Gobierno era para tener espacio libre, para ser él el que entrase al Quirinal, como ya se ha dicho en otras ocasiones tras su vuelta a la política. “He tenido ocasión de decir que no intento ocuparme del Quirinal hasta que Mattarella esté en el cargo. No creo que la elección del próximo presidente tenga que reducirse a tácticas y cálculos de conveniencia”, explicaba en la entrevista al conocido diario italiano.

Lo secundó horas después Salvini, líder de la derechista Liga, durante una rueda de prensa convocada para hablar de las enmiendas de los presupuestos. Directamente apelando a su socio de centro derecha dijo: “Comparto las palabras del presidente Berlusconi sobre Draghi, está trabajando bien, así que espero que siga adelante por un tiempo como premier”. En una entrevista concedida al diario Repubblica, el que históricamente fue el número dos de Forza Italia, ministro de Exteriores y de Defensa, Antonio Martino, declaraba haber hablado con il cavaliere hace unos días sobre el tema del Quirinal. “Si fuese Silvio me concentraría en otras cosas. Cuando he hablado con él no me ha expresado su intención de llegar a la presidencia de la República, pero, honestamente, tampoco el contrario”, explica el político.

La ministra del Sur, también de los Forza Italia, se ha manifestado en las últimas horas. Mara Carfagna apuntaba directamente a Berlusconi y declara que “si no fuese él, podríamos pensar en una mujer”. “Silvio no ha manifestado aún su disponibilidad, pero obviamente se habla del tema. Creo que tiene todo el derecho a proponerse como candidato, es la personalidad más influyente del centro derecha y una de las más influyentes de la historia reciente de nuestro país”, añadía. Insistía además sobre la necesidad de que se vote en 2023, y no antes, para no poner en riesgo los presupuestos de la recuperación. Otra nota para Draghi.

Desde los izquierdistas de Cinco Estrellas también llegan las declaraciones de intenciones. Serían los primeros en no beneficiarse de una adelanto electoral. El ministro de Exteriores, Luigi di Maio, lanzaba así su mensaje a favor de la permanencia del que un día fue presidente del BCE: “Italia no puede permitirse de perder a Mario Draghi en este momento. Es el interés del país el que tiene que primar en esta situación”. La presión, o el apoyo, dependiendo de cómo se mire, sobre el premier viene de todos lados.

Draghi ha siempre insistido públicamente en que incluso le ofendía que le propusiesen dar el salto al cargo más importante de la república en este momento, mientras Mattarella está aún en el cargo. Se mantiene, dice, en silencio sobre una posibilidad que nunca ha salido de su boca, aunque no es ajeno a las cuentas que todos hacen a su alrededor, tan habituales en esta dinámica de la política italiana. Virales han sido sus declaraciones, hace tan solo unos días, ante unos niños italianos en Torre Maura: “No es importante aquello en lo que quieres convertirte, sino aquello que eres en este momento”. Puede que ahí se encerrase el verdadero mensaje del premier sobre su paso a la presidencia.

Las cartas ahora deberán mostrarlas las diferentes coaliciones que harán saber los nombres que quieren poner encima de la mesa. Lo que parece importante en este punto, para casi toda la clase política italiana, es que no se ponga en peligro la economía de recuperación que está en marcha con los fondos europeos y que Mario Draghi lidera con diligencia. El premier no quiere que el problema de las elecciones a la presidencia supongan una mínima grieta en su difícil y amplia coalición. Para ello, el que presenten como candidato deberá ser, al igual que lo fue con el primer ministro, fruto de un acuerdo trasversal que vaya de Salvini, líder de la Liga, a Letta, líder del Partido Democrático.