Uno de los superviventes del derrumbe del edificio en Miami: "Oía los gritos de mis vecinos pidiendo ayuda"

  • Steve Rosenthal fue rescatado a través de un balcón de la cuarta planta del Champlain Tower

  • El hombre de 72 años llevaba 20 años viviendo en el edificio que se derrumbó en Miami Beach

  • La búsqueda entre los escombros continúa: 11 muertos y 150 personas desaparecidas

El derrumbe de la torre Champlain en Miami Beach sigue dejando testimonios conmovedores. Steve Rosenthal es uno de los supervivientes del desplome en el que han muerto 11 personas y se busca a 150 entre los escombros. El hombre de 72 años ha contado a los medios cómo lo despertó un gran estruendo y comenzó a escuchar los gritos de sus vecinos pidiendo ayuda.

Steve Rosenthal que vivió durante 20 años en el apartamento 702 del edificio que ya no existe ha contado cómo vivió la pesadilla del derrumbe de la torre Champlain el pasado jueves cuando colapsó la estructura y él se salvó “de milagro”.

El hombre ha contado que sobre la 1:30 de la madrugada escuchó “el mayor estruendo” de su vida y unos segundos después “la cama y la habitación empezaron a temblar”. En ese momento, pensó que “estaba soñando”.

En medio de los temblores de suelos y paredes, empezó a caer polvo del techo y Rosenthal corrió al pasillo, donde vio el techo caído. Allí escuchó los gritos de sus vecinos, según ha publicado The Washington Post.

“Escuché a la gente gritar: ‘¡Ayuda! ¡Sáquenme!’. Conozco a esta gente, son mis vecinos; es algo muy triste. No puedes hacer nada, todo se ha desplomado”, contó el hombre que reconoce haberse salvado “de milagro”.

Rosenthal hizo una foto del pasillo comunitario, frente a la puerta de su apartamento. En ella se puede ver el camino bloqueado por los trozos de hormigón, acero y otros escombros, que impedían el paso hacia el resto de las alas del séptimo piso.

Al ver que no tenía salida por el pasillo, volvió corriendo a su apartamento para cambiarse y esperó en el balcón a los equipos de rescate. “Estaba asustado. Me asomé a la terraza y vi unos 40 camiones de bomberos. Era una locura. Nos gritaban ‘Deben evacuar, vamos a ir a rescatarlos’”.

Después de unos minutos, los bomberos, con la escalera, lo rescataron a él y a un par de personas más, y los pusieron a salvo. “Gracias a Dios estoy vivo, creo que mis padres estaban pendientes de mí”, contó emocionado.