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Nueva Zelanda ha sufrido este jueves tres sismos en la escala Ritcher. A primera hora de esta mañana, las autoridades del país informaban de que se había levantado la alerta de tsunami después de que se registrara un terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Ritcher frente a la costa este de la Isla Norte. Un segundo temblor se ha registrado cinco horas más tarde junto a la isla Raoul, la más grande del archipiélago de Kermadec, alcamzado los 7,5 grados. El último, por su parte, ha sido de magnitud 8,1 y ha sacudido nuevamente a las islas, provocando que se reactive la alerta de tsunami en Nueva Zelanda.
El primero de los seísmo, cuyo hipocentro se encuentra a una profundidad de 10 kilómetros, se ha producido a las 2.27 de la mañana, según informaciones del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Poco después del temblor, las autoridades emitieron una alerta por tsunami y recomendaron a la población de la zonas costeras evacuar la zona.
Así, pidieron a la población trasladarse a zonas de mayor altitud dada la intensidad del terremoto, que ha sido calificada de "severa", según informaciones del diario 'The New Zealand Herald'. Sin embargo, la agencia de gestión de desastres neozelandesa levantaba después la medida indicando que los residentes podían regresar a sus hogares si así lo deseaban.
"Basándonos en la información científica sobre tsunamis podemos decir que ya no existe una amenaza en estas áreas. La gente que desalojó la zona puede ahora volver a sus casa", indicaba la agencia en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, después de este seísmo, cuya magnitud fue rebajada ahora a 7,1 y que se dejó sentir también en las ciudades de Auckland, Wellington y Christchurch, entre otras, han llegado otros de magnitud 7,5 y 8,1.
El último, sacudiendo especialmente a las islas Kermadec y provocando nuevamente una alerta por tsunami y terremoto.
Desde la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias, han pedido a los ciudadanos seguir las instrucciones de evacuación, pidiendo que mantengan el distanciamiento social pero dejando claro que la situación constituye una excepcionalidad en lo que respecta a las medidas de restricción.