¿Y ahora qué pasa con Venezuela? Una asamblea y dos presidentes

  • Nicolás Maduro ha reconocido a Parra como el nuevo presidente del Parlamento

  • El martes que viene nadie sabe qué puede suceder en la sesión ordinaria de la Asamblea

En Venezuela están acostumbrados a los sobresaltos y el 5 de enero estaba marcado en el calendario como uno de esos días donde posiblemente podría pasar algo. “Pendientes”, como dicen en el país caribeño, era una de las afirmaciones recurrentes en los corrillos cuando se trataba el tema de la posible reelección (o no) de Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional.

Eso sí, los corrillos que lo comentaban los días previos eran los de la mafia (dicho con cariño) periodística y política, que parecían ser los únicos interesados en cualquier noticia que diese un poco de vida a sus agendas laborales, muertas ante la falta de acontecimientos en Venezuela durante el periodo navideño que para más inri, en el país se extiende hasta la segunda quincena de enero. No por liturgia especial sino por costumbres patrias. Caracas respira extrañamente calmada, sin tráfico ni ruido y con la mitad de sus comercios y empresas cerradas hasta bien entrado el primer mes del año. Venezuela tiene un ritmo especial.

Guaidó, aniversario complicado

Y en mitad de estos días aciagos, el 5 de enero causaba cierto morbo. Hace un año, un Juan Guaidó completamente desconocido para casi todos era nombrado presidente de la Asamblea Nacional y menos de veinte días después, se autoproclamaba Presidente Encargado del país con el apoyo de EEUU en una plaza pública rodeado de gente. Después de aquel acontecimiento que conmocionaría al mundo entero llegaron unos meses cargados de tensión política, con protestas casi diarias en las calles; y el desconocido se convirtió en el principal líder de la oposición venezolana reconocido por más de 50 países en todo el mundo.

Pero su halo de héroe nacional se ha ido disipando con el paso de los meses y su popularidad ha caído frente a la evidencia de que en Venezuela no ha pasado nada de lo que Guaidó prometió a los suyos: ni Maduro se ha ido del poder, ni ha habido un gobierno de transición ni tampoco unas elecciones libres.

En mitad de esta disyuntiva y con una oposición más dividida que nunca, con varios diputados díscolos acusando al líder del partido Voluntad Popular y a su entorno de haber malversado con los fondos que recibieron de la ayuda humanitaria para Venezuela, el presidente interino del país se enfrentaba a una reelección en el Parlamento.

Y finalmente pasó lo que muchos intuían que podía pasar pero de una manera más rocambolesca de lo que la mayoría se esperaba. Llegó el esperado 5 de enero y eran las 11 de la mañana, hora y fecha en la que está previsto, según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que el Parlamento Legislativo elija al que será su presidente para el próximo periodo anual.

Maduro evita que Guaidó entre en la Asamblea con los militares

En el interior de la Asamblea se encontraban diputados de todas las bancadas, chavistas y opositores, pero el que todavía no llegaba era Juan Guaidó, presidente de la Cámara y encargado de dar inicio a la sesión. Guaidó estaba fuera intentando entrar al Parlamento con algunos diputados opositores que habían sido inhabilitados por el Tribunal Supremo de Justicia y que por lo tanto no tenían autorización para entrar al Legislativo. Y es aquí donde empieza el baile de informaciones contradictorias y el tan recurrente en Venezuela entre los polos: “es tu palabra contra la mía”. Unos dicen A, los de enfrente dicen B y ninguno muestra pruebas contundentes que defiendan su postura de manera irrefutable.

Guaidó asegura que la Guardia Nacional Bolivariana, encargada de la seguridad de la Asamblea, nunca le dejó entrar al interior del edificio y que por eso trató de saltar la valla de la institución. Los vídeos del líder de la oposición tratando de ingresar de esa forma al Parlamento, empujado por unos y por otros en el aire, bailando sin control sobre una multitud de manos que lo arrastraban para todos lados, dieron la vuelta al mundo y con eso se alimentaron los titulares de la prensa mundial.

Twitter comenzó entonces a desplegar su maquinaria y los detractores del parlamentario comenzaron a publicar vídeos donde se ve a Guaidó junto a Gilberto Sojo, uno de los diputados inhabilitados que le acompañaban, intentando entrar a la Asamblea y hablando con los Guardias. En ese momento, el militar que gestiona la entrada le dice (a Guaidó) que puede pasar pero que deben verificar la autorización de Sojo. Guaidó recula entonces y asegura que o entran todos o ninguno, argumento que ha sido utilizado en su contra por sus enemigos para desmontar su teoría sobre que no le dejaron pasar al Palacio Legislativo. Según ellos, Guaidó no entró porque no contaba con los votos necesarios para ser reelecto y por eso prefirió montar este show mediático.

Y mientras esto ocurría fuera y el hasta ese momento todavía presidente de la Asamblea Nacional, terminaba con su traje roto tras algunos encontronazos y forcejeos con la Guardia y su paseo por las alturas, en el interior del hemiciclo el diputado de mayor edad, Héctor Agüero, y la diputada de menor edad, Nosliw Rodriguez, dieron inicio a la sesión siguiendo el reglamento interno y argumentando ausencia del Presidente.

Luis Parra, el espontáneo

Es aquí cuando entra en juego el diputado opositor de Primero Justicia, Luis Parra, que presenta una candidatura y ante la ausencia de competidores, sale electo según él y su entorno por 81 votos. La Asamblea venezolana cuenta con 167 parlamentarios y para que la votación pueda darse de manera legal deben estar presentes la mitad más uno de los diputados que conforman la cámara deben estar presentes en el momento de la votación. Según Parra y su grupo había 151 diputados presentes y más de la mitad votó por él aunque no hay actas que lo confirmen. “Miren los vídeos”, dice Parra, “allí se ve que la sala estaba llena”. Y con eso argumenta su quórum.

Mientras tanto y después de la tensión vivida en las afueras del Legislativo, Guaidó y los suyos se fueron hasta la sede de un periódico opositor de tirada nacional para juramentarse en sus instalaciones como nuevo presidente de la Asamblea Nacional para el periodo legislativo 2020-2021. Nombró a su propia junta directiva y asegura que le votaron 100 diputados. Tampoco hay actas que lo confirmen.

Después de estos acontecimientos el país tiene (no) formalmente dos presidentes de un mismo parlamento.

Operación "maletín verde"

Luis Parra, al igual que Guaidó hace exactamente un año, era un total desconocido para casi todos antes del 5 de Enero. De 41 años de edad y diputado del partido Primero Justicia por el Estado Yaracuy, una zona pecuaria de apenas 700 mil habitantes, se encuentra actualmente investigado por corrupción en la denominada “Operación Maletín Verde” que investiga a Parra y otros diputados por presuntamente hacer lobby frente a las autoridades de EEUU y Colombia en favor de varios empresarios cercanos a Nicolás Maduro para liberarlos de supuestas irregularidades cometidas con el reparto de los CLAP, las cajas de comida subsidiada que el gobierno chavista reparte a más de 6 millones de familias venezolanas.

Los martes son las jornadas en las que suele sesionar el Parlamento y el pasado martes ambos presidentes lo hicieron. Primero uno y después otro, armando cierto escándalo por ambas partes (Guaidó entró derribando una puerta acompañado de sus seguidores) y reclamándose los dos como legítimos. El próximo martes es, a día de hoy, una completa incertidumbre aunque ambos aseguran que sesionarán y llevarán a cabo su orden del día.

Guaidó, además, ha llamado a sus seguidores a que le acompañen a la calle en su paseo al Parlamento en un intento (puede que desesperado) de demostrar fuerza, y el chavismo contraataca con la convocatoria de una manifestación “por la paz”. Parra, aunque fue electo con el apoyo de toda la bancada del Bloque de la Patria (grupo de partidos que conforman el oficialismo), asegura que su cometido es sacar a Nicolás Maduro de la presidencia del país mediante la vía electoral y que para cumplir con esa función trabajará como nuevo presidente de la Asamblea Nacional. Luis Parra es, hoy por hoy, opositor de los dos bloques que han marcado hasta el momento la polarización de un país en crisis no solo económica sino también, y como se hace cada día más evidente, con una crisis política profunda ante la falta de liderazgo en todas las partes.

Nicolás Maduro ha reconocido a Parra como el nuevo presidente del Parlamento aunque no le ha llamado personalmente para felicitarle. Lo reconoció en público el mismo domingo de las instantáneas de la discordia mientras inauguraba un nuevo estadio de béisbol. En este caso, además, uno muy esperado: el de los Tiburones de La Guaira, cuya obra se ha hecho esperar meses y años. Tuvieron que llegar los chinos para hacerse cargo de una construcción que estaba muerta por parálisis, como si de una alegoría poco oportuna para la Patria se tratase.