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Cuando la actualidad entra al mercado de apuestas: desde acertar al próximo presidente o ganador de Eurovisión

Apuestas online. Getty Images
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Que las apuestas deportivas muevan masas no es una novedad. Pero cuando la emoción del terreno de juego empieza a embriagar también otras esferas, como son la política, los espectáculos o las decisiones públicas, todo se vuelve mucho más complejo. Apostar por quién ganará la presidencia de un país o quién levantará el micrófono en Eurovisión ya no es exótico: es parte del mapa emergente de mercados de eventos.

Así son los mercados de predicción

El concepto de mercado de predicción describe plataformas donde se apuesta sobre el resultado de un evento concreto, con precios que van variando en función de la oferta y la demanda, convirtiéndose en una estimación colectiva de probabilidad. Es decir, son mercados abiertos que permiten predecir resultados mediante incentivos financieros.

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Uno de los casos más icónicos sería el de Eurovisión. En 2025, medios especializados recogieron que el mercado de apuestas para Eurovisión tiende a acertar los favoritos y suele estar en lo correcto en quién ganará el voto del jurado. También señalan que en concursos más previsibles, las casas terminan obteniendo ganancias constantes. 

En paralelo, los mercados políticos han sido objeto de estudio histórico. Un capítulo editado por la Universidad de Oxford traza los mercados de futuros políticos desde Italia en el siglo XVI hasta Inglaterra del XVIII, señalando que ya entonces se especulaba sobre resultados electorales.

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¿Puede un mercado de apuestas ser más fiable que una encuesta?

Uno de los debates más encendidos es si los mercados predictivos superan a las encuestas tradicionales. Un estudio reciente lo analiza: las encuestas han demostrado fallos repetidos (por ejemplo, en las elecciones de EE. UU.), lo que ha abierto espacio para que los mercados de apuestas aparezcan como alternativa informada.

Una ventaja clave es que los mercados actualizan sus precios en tiempo real, integrando nueva información instantáneamente (debatios, encuestas, escándalos), un mecanismo que las encuestas no pueden replicar con la misma agilidad.

Hoy operan varios mercados de este tipo. Kalshi, por ejemplo, es una plataforma regulada que permite negociar contratos basados en eventos políticos, legislativos y otras métricas reales. La plataforma ofrece contratos de “sí o no”, donde si tu selección acierta, tu contrato paga $1.

Otro es PredictIt, con alcance político. Según su ficha pública, permite intercambiar posiciones en distintos eventos políticos para ciudadanos estadounidenses, aunque hasta hace poco operaba con restricciones regulatorias. Estas plataformas están ganando visibilidad por permitir a usuarios comunes “apostar” sus convicciones sobre eventos públicos.

¿Qué hay detrás de apostar en política o espectáculos?

Se mide convicción. Muchos participantes no buscan solo ganancias monetarias, sino expresar una valoración personal como mercado colectivo.

Se convierte en cobertura informativa. Los precios pueden servir como termómetro: si crece la probabilidad de que un candidato gane, eso puede indicar movimientos reales en la opinión pública. Es especulación con riesgo. Los mercados responden a eventos imprevistos: filtraciones, escándalos, decisiones de última hora pueden cambiar las cuotas drásticamente. No están regulados igual en todos lados. Dependiendo del país, apostar sobre elecciones puede chocar con leyes de juego o mercados financieros.