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El fenómeno tiene una explicación muy concreta: el 93 es el número de Marc Márquez desde siempre. La elección de este número no es precisamente aleatoria, ya que el piloto nació en 1993 en Cervera (Lleida) y así, eligió el 93 precisamente por ser el año en que nació. Se trata de un número que ha llevado a sus títulos mundiales y con el que se identifica su marca personal.

En 2025, el contexto es perfecto para que ese dorsal salte a la lotería: Márquez se ha coronado campeón del mundo de MotoGP con Ducati, algo que la propia marca presenta como “un nuevo capítulo en la era moderna de la categoría reina”. El resultado es casi automático: el 00093, la traducción lotera de ese dorsal, se convierte en fetiche numérico. De esta manera, el 00093 se ha convertido en uno de los más buscados para el próximo sorteo.

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El décimo que se agota y levanta colas

A partir de ahí, la bola de nieve. Un comunicado de la administración Lotería Castillo habla del “número más buscado de la Lotería de Navidad 2025” y, efectivamente es el 00093, que “se ha convertido en el más solicitado ”, hasta el punto de que se ha agotado en muchos puntos de venta, impulsado por la fiebre de los seguidores del campeón y la tradición de apostar por cifras con un significado especial.

A pesar de haber otras cifras que han peleado por ese honor de el más buscado, como la fecha de la muerte del Papa, o la del apagón que sufrió la península Ibérica, el dorsal de Márquez ha sido el que ha provocado las colas más largas allí donde aún quedaban existencias, con aficionados dispuestos a desplazarse de localidad en localidad para cazar un décimo con ese número.

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Cuando la superstición se mezcla con las matemáticas

El tirón del 00093 encaja como un guante en una tendencia muy española: jugar con números cargados de biografía y actualidad. Son muchos los aficionados que repasan distintos acontecimientos deportivos, sociales, políticos, e incluso catástrofes para elegir cifra de cara al Sorteo Extraordinario de Navidad, desde la fecha de una DANA a la de un título deportivo o la muerte de un famoso.

El 93 de Márquez se mueve en la misma lógica emocional: es dorsal, año de nacimiento y símbolo de una carrera repleta de victorias, ahora coronada con el título de 2025. Para muchos seguidores, comprar el 00093 es comprar un trocito de esa narrativa de éxito.

Otra cosa es lo que dicen las probabilidades. En el bombo de Navidad se introducen 100.000 bolas, del 00000 al 99.999, y que la posibilidad de que salga el Gordo para un solo décimo es de 1 entre 100.000, es decir, un 0,00001%, según la Regla de Laplace.

Es decir: el 00093 no tiene más opciones matemáticas que cualquier otro número; lo que sí tiene es una historia detrás, un piloto campeón y una legión de fans dispuestos a perseguirlo por medio país. Y al final, eso es una buena parte de lo que se compra con cada décimo: no solo la remota posibilidad del Gordo, sino la sensación de estar jugando con un símbolo en el que te apetece creer.