Crimen

La familia de Ana María Henao gestiona su patrimonio en Florida mientras sigue la búsqueda del cuerpo: "Están tratando de resolver los asuntos legales"

Ana María Henao, la joven estadounidense asesinada en Madrid por su marido, David Knezevich, hallado muerto en una cárcel de Miami en abril. Informativos Telecinco
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Más de 21 meses después de la desaparición de Ana María Henao en Madrid, el cuerpo de la mujer de origen colombiano y nacionalidad estadounidense sigue sin ser localizado. Mientras las autoridades intentan esclarecer dónde pudo ocultar los restos mortales su marido, David Knezevich, quien fue hallado muerto en abril de este año en su celda en Miami tras ser detenido y acusado de su asesinato, la familia de la víctima trata de resolver todos los asuntos legales relacionados con la mansión que la pareja poseía en Fort Lauderdale, en el estado de Florida, y con el resto de bienes y negocios que compartían.

Desde el inicio, los investigadores barajaron que el crimen pudiera tener un móvil económico, ya que Ana reclamaba un reparto equitativo del patrimonio (del 50% para cada uno), mientras David pretendía quedarse con un 70% de los bienes comunes.

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No obstante, tampoco se descartó un componente sentimental, dado que Knezevich habría seguido de cerca todos los movimientos de la joven desde que decidió separarse para mudarse sola a Madrid, incluyendo su actividad en redes sociales y sus nuevos vínculos personales.

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La familia de Ana realiza gestiones relacionadas con su patrimonio millonario

Una fuente del entorno de Ana confirma a la web de Informativos Telecinco que sus familiares se están ocupando de todos los trámites vinculados a las propiedades del matrimonio. “Sé que están tratando de resolver los asuntos legales relacionados con la casa y los bienes”, explica. Estas declaraciones aluden principalmente al inmueble en el que residieron y convivieron Ana y David, situado en la ciudad de Fort Lauderdale y valorado, según medios locales, entre 800.000 y 900.000 euros.

Durante los años que vivieron en Estados Unidos, Ana y David Knezevich adquirieron varias propiedades en el condado de Broward y desarrollaron juntos una empresa tecnológica, EOX Technology Solutions, dedicada a servicios informáticos y de soporte a compañías de la zona.

El emprendedor tecnológico y su esposa habían construido una amplia cartera inmobiliaria a lo largo de sus 13 años de matrimonio. Los fiscales indicaron que, antes de la desaparición de Ana, David declaró ante la oficina de libertad condicional del tribunal que su patrimonio neto rondaba los 2,5 millones de dólares, tras la venta de siete propiedades por unos 6,7 millones entre diciembre de 2023 y febrero de 2024. Estas operaciones, efectuadas en pleno proceso de separación, alimentaron las sospechas sobre su intención de quedarse con la mayor parte del patrimonio común.

Mientras el acusado permanecía encarcelado, la familia Henao presentó distintas peticiones judiciales en el condado de Broward, entre ellas la administración del patrimonio de la víctima y la determinación legal de su fallecimiento, según informaron fuentes como 'Miami Herald'. Con ellas han buscado preservar los bienes comunes mientras continúa la investigación en España. A pesar de estas cuestiones legales, lo peor para ellos ha sido afrontar un duelo difícil de cerrar.

"Creo que siguen buscando a Ana, pero no tenemos nuevas pistas"

“Este verano estuve en Madrid y me reuní con la policía. Creo que siguen buscando a Ana, pero no tenemos nuevas pistas. Se realizaron búsquedas en Italia pero no hubo resultados”, explica a este medio la fuente del entorno de la joven. Sus palabras reflejan el estado actual de una investigación que continúa abierta tanto en España como en Estados Unidos. A lo largo del último año se han desplegado distintos operativos internacionales para tratar de localizar el cuerpo, sin que hasta la fecha se haya hallado ningún rastro.

Ana y David Knezevich habían estado casados durante una década, y aunque compartían negocios y propiedades en Florida, la relación se había deteriorado gravemente. En diciembre de 2023, ella decidió trasladarse a Madrid para iniciar una nueva vida mientras afrontaba su divorcio. Le gustaba España y pensó en quedarse. Sin embargo, en la noche del 2 de febrero de 2024, desapareció en extrañas circunstancias en su domicilio del barrio de Salamanca. Las cámaras del edificio habían sido pintadas con spray negro para inutilizarlas, y las pesquisas policiales determinaron que el autor fue David Knezevich, quien había viajado desde Belgrado hasta Madrid en un coche de alquiler, recorriendo alrededor de 7.000 kilómetros. Las grabaciones de seguridad lo situaron en distintos puntos de la capital, incluso en Coslada, donde fue visto comprando materiales en una tienda pocas horas antes del crimen.

Según la investigación, Knezevich habría introducido el cuerpo de Ana en una maleta y abandonado Madrid con ella. Posteriormente, regresó por carretera hacia Serbia, y se sospecha que pudo deshacerse del cuerpo durante el trayecto, aunque nunca se precisó el lugar. Las primeras hipótesis apuntaron a Italia como posible destino intermedio, lo que llevó a organizar operaciones de búsqueda en la provincia de Vicenza en coordinación entre la Policía Nacional española, el FBI y las autoridades italianas, pero no hubo resultados. También se realizaron batidas en Medinaceli, en la provincia de Soria, en el entorno del río Jalón, pero fueron igualmente infructuosas.

Tras haber estado refugiado en Europa, David Knezevich viajó a Estados Unidos, donde fue detenido por el FBI en mayo de 2024 al aterrizar en Miami. Las autoridades lo acusaron formalmente de secuestro y asesinato, aunque sin solicitar la pena de muerte. Permaneció encarcelado 11 meses en el Centro de Detención Federal de Miami, a la espera de juicio. No obstante, el proceso nunca llegó a celebrarse: el 26 de abril de este año, Knezevich fue hallado muerto en su celda, cerrando abruptamente un caso que aún deja muchas incógnitas y el principal interrogante sin respuesta: dónde está el cuerpo de Ana María Henao.