Radares negros de la DGT: qué son, cómo funcionan y en qué casos te pueden multar
Este tipo de radares, que ya funcionan desde hace años en Francia, no miden la velocidad, sino el número de ocupantes de cada vehículo.
Todo lo que no se puede hacer en un carril Bus Vao
La Dirección General de Tráfico incorpora progresivamente los medios tecnológicos de control que sirvan para mejorar la seguridad vial, reducir la siniestralidad o hacer cumplir la normativa vigente en materia de circulación. En Francia ya se encuentran funcionando los conocidos como “radares negros” y se espera su implementación en nuestro país en un corto periodo de tiempo.
Nuevos radares que miden la ocupación
Hay radares y herramientas de medición para diferentes parámetros, pero los radares negros no miden velocidad, sino la ocupación de los vehículos. El principal objetivo de estos aparatos es que se cumpla la normativa relativa a los carriles de alta ocupación. Hay muchos conductores que, con mayor o menor picaresca, circulan por estos carriles reservados sin cumplir las condiciones para ello.
Es de sobra sabido que la DGT quiere incentivar el uso compartido de los vehículos. Según los datos del organismo, el 85% de los vehículos que cada día se desplazan de casa al trabajo y del trabajo a casa solamente tienen un ocupante, por lo que Pere Navarro, director de la Dirección General de Tráfico, declaró a finales del pasado año que “debemos hacer un cambio colectivo de mentalidad que nos permita incentivar la alta ocupación de los vehículos, porque no nos podemos permitir mover cada día 1.500 kilos para desplazar a una sola persona. Aumentar la ocupación de los vehículos es un reto y una necesidad”. Estas declaraciones, que fueron incorrectamente interpretadas por algunos como una prohibición de circular sin compañía, realmente forma parte de una serie de medidas para hacer que la conducción sea menos contaminante.
Uno de estos incentivos de compartir trayecto es la posibilidad de circular por los llamados “carriles VAO”. Según el artículo 35 del Reglamento General de Circulación, “se entenderá por vehículos con alta ocupación aquellos automóviles destinados exclusivamente al transporte de personas, cuya masa máxima autorizada no exceda de 3.500 kilogramos, que estén ocupados por el número de personas que para cada tramo de la red viaria se fije”. Habitualmente esta alta ocupación se establece con dos o más personas viajando en un mismo vehículo.
Prosigue el RGC que “la utilización del carril habilitado para VAO queda limitada a motocicletas, turismos y vehículos mixtos adaptables, y está prohibida, por tanto, al resto de los vehículos y conjuntos de vehículos, incluidos los turismos con remolque, así como a peatones, ciclos, ciclomotores, vehículos de tracción animal y animales”. Este es un primer criterio que pueden cribar los radares negros.
Además, los carriles reservados para vehículos de alta ocupación, además del número de ocupantes pueden ser utilizados “aun cuando sólo lo ocupe su conductor, si el vehículo ostenta la señal V-15 [personas con movilidad reducida], y por autobuses con masa máxima autorizada superior a 3.500 kilogramos y autobuses articulados, con independencia de su número de ocupantes, en las mismas condiciones de circulación establecidas para los VAO”. Más allá de esto, será una infracción el resto de casos salvo alguno como vehículos prioritarios en situación de emergencia.
Entre los esfuerzos de la DGT también está la incorporación de la nueva señal S-51 b al catálogo de señales, que sirve para informar sobre la presencia de un carril reservado para vehículos con alta ocupación. Esta señal azul de forma rectangular informa en cada caso sobre el número mínimo de ocupantes que debe tener un vehículo para poder utilizar dicho carril (que, como hemos dicho antes, suele ser de un mínimo de dos personas).
Cómo funciona un radar negro y qué multas nos pueden poner
Para evitar que ciertos conductores se salten las normas y circulen por estos carriles especiales para alta ocupación solamente para reducir los tiempos de viaje, saltarse atascos y, a la vez, saturar los carriles especiales haciendo que dejen de cumplir su función principal, se ha decidido tomar el ejemplo del país vecino e implementar herramientas similares a las que allí controlan el número de ocupantes reales de cada vehículo.
Según Fareco, uno de los dos fabricantes que operan este tipo de radares en Francia (conocidos como radares negros simplemente por su color), este aparato permite detectar el uso compartido de vehículos en carriles reservados. Para ello, se basa en tecnología impulsada por Inteligencia Artificial que permite contabilizar el número real de ocupantes mediante la toma de imágenes de alta velocidad, pudiendo incluso tomar imágenes de los ocupantes tras vidrios polarizados y contando con un sistema y algoritmo que permite discriminar entre seres humanos y maniquís (todo ello valiéndose de un sistema de infrarrojos o cámaras térmicas.
Hay que recordar que, en España, la vulneración de los criterios para acceder a un carril de alta ocupación está regulada en el artículo 76 de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial como una infracción grave. Por tanto, conlleva una multa económica de 200 euros, aunque sin resta de puntos del permiso de conducción.