Durante el verano y, a causa de las altas temperaturas, nos apetece poco cocinar y hacer preparaciones muy elaboradas. Lo normal es querer comer algo fresco, ligero y si es frío, mejor, como un gazpacho o una ensalada. No obstante, aquellos que tengan una freidora de aire en casa, tienen más opciones de cocinar algo rápido, simple y sin tener que sufrir de calor cerca del horno o los fogones. Además, este electrodoméstico lo podemos usar desde que nos levantamos para preparar el desayuno hasta una cena ligera. Las preparaciones obtenidas son más saludables, por lo que evitas las comidas pesadas y grasientas que sientan tan mal en verano, sobre todo si tienes que esperar a hacer la digestión para poder volver al agua.