Un piloto revela los riesgos de no poner el modo avión en un vuelo

La conexión de red móvil opera en diferentes frecuencias y pueden coincidir o interferir con las frecuencias utilizadas por los sistemas de comunicación del avión
Un solo dispositivo no supondría un gran peligro, pero la suma de dispositivos sin modo avión sí que puede crear un problema a los sistemas del avión
Más allá del modo avión: cómo estar conectado mientras vuelas sin dejar de cumplir la normativa
MadridCada vez que subimos a un avión, un anuncio familiar suena por toda la cabina: "Por favor, activen el modo avión en sus dispositivos electrónicos". Para muchos pasajeros, esta petición no supone más que un mero formalismo. Sin embargo, un piloto con más de 25 años de experiencia en aviación comercial ha decidido arrojar luz sobre las verdaderas razones detrás de esta medida y los riesgos potenciales de ignorarla. Desde interferencias en las frecuencias de comunicación hasta distracciones críticas en la cabina, repasamos los riesgos reales que motivan que se pida el uso del 'modo avión'.
Qué es y cómo funciona el modo avión
El modo avión desactiva las funciones inalámbricas de los dispositivos electrónicos, como el Wi-Fi, el Bluetooth y, especialmente, la conexión de red móvil. Estas señales operan en diferentes frecuencias y, en ocasiones, pueden coincidir o interferir con las frecuencias utilizadas por los sistemas de comunicación del avión. En particular, las aeronaves dependen de bandas VHF (Very High Frequency), que abarcan el rango de 30 MHz a 300 MHz. Estos canales son esenciales para la comunicación entre la tripulación y los controladores de tráfico aéreo.

Cuando existen varios dispositivos que emiten señales activas al no estar en modo avión, pueden generar un ruido no deseado en las frecuencias de comunicación de la cabina. Según el piloto, puede manifestarse como zumbidos, crujidos o incluso pérdidas momentáneas en la calidad de audio de las comunicaciones. "Es como cuando tienes un teléfono móvil cerca de un altavoz y escuchas esos ruidos intermitentes", explica. Aunque estas interferencias suelen ser leves, pueden convertirse en un problema crítico durante las fases más delicadas del vuelo, como el despegue y el aterrizaje.
Interferencias en momentos críticos
Los momentos más críticos en cualquier vuelo son el despegue y el aterrizaje. Durante estas fases, durante estos la tripulación debe mantener una comunicación constante y clara con los controladores aéreos para coordinar maniobras, gestionar el tráfico en la pista y garantizar la seguridad de la operación. Una interferencia, aunque sea leve, puede interrumpir la transmisión de instrucciones clave, lo que podría desencadenar malentendidos, problemas o retrasos en la respuesta.
Un informe de la FAA señala que las interferencias en las comunicaciones no son algo cotidiano, pero tampoco son inexistentes. Entre 2012 y 2018, se documentaron más de 40 incidentes relacionados con interferencias electromagnéticas de dispositivos electrónicos personales. Aunque ninguna de estas situaciones supuso que se produjera un accidente, es importante seguir las directrices establecidas.
Para ilustrar este tipo de situaciones, el piloto compartió un caso ocurrido durante un vuelo nocturno entre dos grandes ciudades europeas. Mientras la tripulación coordinaba un cambio de altitud debido a la presencia de turbulencias inesperadas, comenzaron a escuchar un ruido constante en los auriculares que dificultaba la comprensión de las instrucciones.
Tras investigar, concluyeron que la fuente del problema era un grupo de dispositivos móviles activos en la cabina de pasajeros, utilizados para llamadas o transmisión de datos. Aunque lograron resolver la situación, el piloto señala que estos incidentes pueden convertirse en distracciones peligrosas, especialmente en situaciones de alta densidad de tráfico aéreo.
Entonces, ¿Por qué las aerolíneas permiten Wi-Fi a bordo?

Una pregunta recurrente entre los pasajeros es: ¿Por qué debemos activar el modo avión si algunas aerolíneas ofrecen Wi-Fi a bordo? La clave está en la tecnología controlada. Los sistemas de Wi-Fi en aviones están diseñados para operar en frecuencias específicas que no interfieren con los sistemas críticos de la aeronave. Estos sistemas se gestionan a través de antenas externas instaladas en el fuselaje, que permiten la conexión a satélites o estaciones terrestres.
Sin embargo, este Wi-Fi no incluye señal de red móvil activa, precisamente para evitar problemas con las frecuencias de comunicación aérea. Es decir, el modo avión sigue siendo esencial, incluso cuando se utiliza Wi-Fi a bordo.
La percepción del pasajero frente a la realidad técnica
Muchos pasajeros consideran que el modo avión es innecesario, argumentando que sus dispositivos electrónicos no tienen la potencia suficiente para afectar un sistema tan complejo como el de un avión comercial. Sin embargo, los ingenieros aeronáuticos explican que el problema no radica en un dispositivo individual, sino en la acumulación de señales provenientes de decenas o cientos de dispositivos activos en un espacio limitado. Este fenómeno, conocido como "interferencia acumulativa", puede llegar a amplificar las probabilidades de sufrir un problema técnico.
Según un estudio realizado por la Universidad de Carnegie Mellon, incluso un dispositivo que emita señales de baja potencia puede provocar interferencias cuando está cerca de sistemas sensibles. Este riesgo aumenta exponencialmente con la cantidad de dispositivos en uso.
Un pequeño gesto para una gran seguridad
El modo avión no es un capricho de las aerolíneas, ni tampoco una medida anticuada en el mundo hiperconectado en el que vivimos. Es una acción simple que tiene un impacto directo en la seguridad de los vuelos. Como señala el piloto entrevistado, "La seguridad en aviación se basa en gestionar lo improbable. Si una medida reduce incluso el más pequeño riesgo, vale la pena implementarla".