La Ciudad de los Muchachos, el misterioso lugar de Galicia que inspiró al Circo del Sol

Así fue la utopía de la Ciudad de los Muchachos
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MadridGalicia es un lugar lleno de misterios, muchos de ellos son solo leyendas, lo que hace que para muchos se ponga en duda dónde está la línea que separa la realidad de la ficción, pero otras muchas de las historias que esconde este lugar son ciertas. Esto es lo que sucede con Benposta, también conocida como la Ciudad de los Muchachos, un lugar que ha dado la vuelta al mundo. 

La Ciudad de los Muchachos, el misterioso lugar de Galicia que inspiró al Circo del Sol

Fue el Padre Jesús César Silvia Méndez quien, inspirado por la Boys Town de Nebraska, comenzaba a dar forma en su cabeza a esta utopía, que finalmente dio forma, fundando la Ciudad de los Muchachos en los años sesenta, cuando finalmente se trasladaron a la Finca de Benposta, a las afueras de Ourense. Por fin tomaba forma lo que hasta el momento había sido una idea y sus orígenes, una manera de crear un espacio en el que tendrían cabida todas las razas, religiones y condiciones. 

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Un refugio que acogía huérfanos y refugiados de todo el mundo, un lugar en el que las decisiones las tomaban en su propio parlamento, donde tenían su propio ayuntamiento, pero también bar, hospital y hasta aduana. El padre Silva esperaba que quienes crecieran y se formaran aquí pasasen a ser los dirigentes del mañana para crear un futuro mejor. 

Un lugar que, sin duda, despertaba gran curiosidad, pero que alcanzó la fama mundial en 1966, cuando fundaron la Escuela de Circo. Aquí la manera de crear espectáculo era muy diferente, no había animales y el show era al ritmo de música rock, una inspiración para otros profesionales, como los que formaron el Circo del Sol. 

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Comenzaron a hacer giras por España, después ampliaron sus actuaciones a toda la Península, incluyendo Portugal. Más adelante dieron el salto a Europa, que pronto se quedó pequeña, llegaron a actuar en el Madison Square Garden de Nueva York. Mientras el espectáculo triunfaba, también lo hacía la idea original, creando diferentes sedes de la Ciudad de los Muchachos, una de ellas en Madrid, pero también en otros puntos del mundo, como Venezuela o Colombia, donde hay ciudades llamadas Benposta en honor a este lugar. 

El paso del tiempo jugó en su contra, porque con él comenzaron a surgir los problemas. Este lugar llegó a dar refugio a 50.000 niños, pero crecieron y tomaron sus propios caminos, no eran los líderes que Silva pensaba que serían. El circo perdió interés, el dinero comenzó a escasear y finalmente la Ciudad de los Muchachos cerró sus puertas definitivamente en 2004. 

A pesar de no ser posible mantener la utopía, el sueño del padre Silva, su trabajo fue muy alabado, incuso llegaron a proponerle como un posible candidato a recibir el Nobel de la Paz. Otras distinciones sí que le fueron entregadas, como la Medalla de la Paz de la ONU. Jesús César Silva Méndez vivió en la Ciudad de los Muchachos hasta su muerte, en septiembre de 2011.