¡A tope! Cinco trucos para sobrevivir en una isla desierta que te pueden salvar la vida

Elsa Alonso 29/05/2017 17:00

Aunque nos pueda parecer un entorno paradisiaco, la supervivencia en una isla pequeña, con poca o mucha vegetación, puede generar muchos problemas si no somos conscientes de los problemas que nos puede generar y nos dejamos llevar por el pánico o la desesperación.

En supervivencia, la búsqueda de la eficiencia máxima en cuanto tiempo y energía, es nuestra prioridad. Teniendo en cuenta esto, Carlos Vico ha recogido algunas técnicas que utilizan el entorno y la meteorología como principales herramientas, es decir, métodos que nos permitan obtener buenos resultados con el mínimo gasto.

1. El primer paso, protegerse el cuerpo de las temperaturas extremas

"Puede parecer una obviedad, pero mi cuerpo ya contiene agua y lo que debo hacer es procurar no gastarla; protegerme del sol buscando sombra durante el día me ahorrara pérdidas por sudoración, así que tratare de reducir mi actividad a las primeras horas del día y las últimas de la tarde. Durante las horas de máxima temperatura procurare darme baños regulares cada hora para refrescarme, a poder ser sin ropa para evitar que esta esté húmeda durante la noche, pues las temperaturas y la sensación térmica tenderán a bajar mucho debido a la humedad y el viento", dice Carlos Vico.

2. Construye un refugio en función de las características meteorológicas

"Si la isla cuenta con vegetación, empezaremos con un sombrajo simple el primer dia y analizaremos como funciona nuestro entorno, por donde sale el sol, por donde se pone, temperatura ambiente (si durante el día hace frio necesitaremos el calor del sol, y al contrario si hay temperaturas cálidas), vientos predominantes, subida y bajada de las mareas, tipo de fauna del lugar, tipo de flora para usarla como recurso y buscando máxima visibilidad para estar atento de un posible rescate", explica Vico.

"Si la temperatura es muy cálida necesitaremos un techo alto para que el calor se disipe, si hace frio, techo bajo para mantener el calor con nosotros", advierte Vico, y propone construir dos refugios en ambientes tropicales debido a la elevada humedad y los contrastes de temperatura entre el día y la noche.

3. Necesitas agua. Mantente hidratado con el agua del rocío y la lluvia

"El sol calienta el agua del océano y este vapor es arrastrado por el viento, durante la noche y debido a la bajada de temperatura este aire húmedo se enfría precipitándose contra la tierra, donde se crea el rocío, este se posara en todo lo que encuentre así que es momento de aprovecharlo, buscaremos hojas palmeadas de gran superficie donde la cantidad de agua será mayor para beber esta agua directamente. En caso de solo encontrar vegetación baja, colocaremos piezas de ropa en nuestros tobillos y nos moveremos entre la vegetación para que esta la absorba y después beber. Si contáramos con alguna pieza plástica grande la colocaríamos plana y estirado para usarla como recolector", comenta el averturero experto.

4. Haz fuego a partir del sol

Lo necesitas para pasar las largas y frías noches, cocinar, crear de herramientas, iluminación o pedir ayuda. Solo se requiere oxígeno, que está en el aire, algo que combustione (prácticamente todo) y la temperatura adecuada. ¿Cómo conseguir esta última? Carlos Vico lo consigue con la condensación de los rayos solares.

"Utilizando una lente, el culo de una botella de cristal con un poco de agua dentro, la parte cóncava del culo de una lata de refresco, previamente pulida hasta que brille, puede crear un punto focal de temperatura que, con una yesca adecuada, provoque una llama". Para controlarlo, Vico nos dice que tenemos que tener en cuenta que el aire caliente aviva el fuego, y que el frio lo baja.

5. Aprovecha el movimiento de las mareas para comer

Una isla puede ofrecerte varias fuentes de alimento, como la vegetal, sobre la que Vico nos alerta: "si no conoces la vegetación, no comas plantas". Y la etnomofágica, a base de insectos "siempre cocinados para evitar parásitos y bacterias", según Carlos Vico.

Pero sin duda, lo mejor es pescar. Más cantidad y más calidad de nutrientes. ¿Cómo hacerlo? Calcula la marea alta y la baja

"Existen dos modos. Uno con presa en V y otro con anzuelo. Para el primero, hay que utilizar piedras de buen tamaño y en el momento de marea más baja, realizaremos una presa en forma de V de grandes dimensiones a unos pasos alejados de la línea de agua. Colocaremos en el vértice fardos de vegetación o cocos abiertos como cebo atados a piedras y dejaremos que trabaje. El procedimiento es sencillo, al subir la marea los peces tendrán acceso al cebo y al bajar esta los peces quedaran atrapados en nuestra V, siendo muy fácil capturarlos al quedarse fuera del agua", explica con detalle el director de SurvivalXtreme.

"Para realizar el segundo método, necesitaremos una tablilla plana a la que le insertaremos un palo vertical en el centro. En la punta superior del mástil ataremos nuestro sedal con su anzuelo y lo ataremos a una cuerda para su fácil recogida. Buscaremos una zona donde apenas veas oleaje, siempre teniendo en cuenta las corrientes de resaca, y dejaremos que se lleve nuestro barquito mar adentro. El método es sencillo, si el pez pica, volcara nuestro barquito anunciándonos que ha picado y está listo para recoger", cuenta Carlos Vico.

Además, debemos saber que los peces son mucho más activos cuando la presión atmosférica sube y que pierden actividad cuando esta baja. Si no disponemos de barómetro, el momento óptimo y de más actividad para los peces es la pleamar.