Beatriz Garagorri: afrontar el cáncer de mama tras ser madre con más de 30 años, cada día más común

Beatriz Garagorri tiene 38 años y hace uno que le diagnosticaron un cáncer de mama en una revisión ginecológica previa a buscar un segundo embarazo. Su hijo tenía dos años cuando ella sufrió una enfermedad que es más común de lo que parece en madres de niños pequeños.

A Beatriz la atienden en el hospital Clínico San Carlos el oncólogo José Ángel García Sáenz y la enfermera oncológica María Montealegre, quien, al tener más o menos su misma edad y un niño pequeño, empatiza mucho con la situación de Beatriz: en estos meses ha renunciado a muchos momentos con su hijo como consecuencia de la enfermedad.

No sólo por los días en los que tenía que ir al hospital para tratarse con quimioterapia, sino porque a veces tenía unos niveles de glóbulos blancos por debajo de lo aconsejado. “Si el niño se enfermaba, yo me tenía que ir a casa de mis padres. Él entendía que me pasaba algo, aunque no sabía qué”, relata Beatriz, que dice que salió adelante gracias al “equipo” que formó junto a sus padres y su marido, que no se despegaba del niño.

El embarazo antes de los 20 años reduce la posibilidad de tener cáncer de mama

La Fundación Geicam, el grupo español de investigación en cáncer de mama en el que participa el doctor García Sáenz, expone que el embarazo precoz es el único factor conocido que disminuye las posibilidades de desarrollar cáncer de mama -que actúa más por la noche- a lo largo de toda la vida: las mujeres que tienen su primer embarazo a término antes de los 20 años tienen una incidencia hasta el 50 % menor que aquellas que no han tenido hijos.

El riesgo de cáncer es mayor en las mujeres que tienen sus hijos más allá de los 30 años

El doctor explica que el riesgo de padecer cáncer es mayor en el caso de mujeres que tienen su primer hijo después de los 30, y también en aquellas que no lo son. Esto sucede, según Geicam, porque el embarazo precoz protege el tejido mamario de daños que puedan favorecer el desarrollo del cáncer, mientras que una gestación tardía puede actuar como un inductor de la proliferación de células que ya han sido dañadas.

Además, las mujeres que se quedan embarazadas más tarde se aproximan más a la edad en la que es más frecuente tener cáncer de mama, por lo que la tendencia actual es al aumento de los casos de cáncer de mama gestacional o en el primer año tras el parto. A Beatriz Garagorri el diagnóstico le llegó un poco más tarde, en febrero del año pasado. “En ese momento te bloqueas mucho y más si no tienes en el entorno a nadie que haya pasado por esta enfermedad”. Ahora ya ha superado su cáncer y, dice, está festejando la vida. Ya está trabajando, se ocupa de su niño y está plenamente integrada en la sociedad, por eso insiste en mandar un mensaje de esperanza.

García Sáenz señala que en España se detectan cada año 34.400 cánceres de mama en mujeres, de las cuales el 83 % supera la enfermedad, aunque, recuerda, “son enfermedades duras” y con tratamientos dolorosos. “Beatriz tenía una enfermedad amenazante para su vida. Es una mujer muy buena y muy valiente porque hemos “apretado” para sacarla adelante”, dice el oncólogo en referencia a la toxicidad de los medicamentos que le administró para asegurarse de que salía adelante.

El doctor García Sáenz pone en valor el trabajo en equipo y en especial el papel de la enfermera oncológica, que era la que tenía un contacto más estrecho con Beatriz. “Lo que intentamos es que haya una relación de confianza, les transmitimos que estamos aquí para ayudarlas, para acompañarlas en todo el proceso, y las preparamos para los cambios que van sufriendo a nivel físico y emocional y para que puedan adaptar el tratamiento a su estilo de vida”, relata la enfermera a EFE.

El caso de Beatriz es, según el doctor, un éxito terapéutico y social. “El mejor regalo para María y para mí es que vuelva a trabajar, que vuelva a estar con su familia y que venga al hospital solo para revisiones, cada seis meses”. Geicam, el organismo de investigación al que pertenece el oncólogo del hospital Clínico San Carlos de Madrid, explica que las pacientes con cáncer de mama gestacional se caracterizan por tener una edad superior a 30 años en el momento del diagnóstico.

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