Los más mayores fueron los primeros que sufrieron el confinamiento. Las residencias de ancianos se convirtieron en centros de aislamiento. Encerrados en sus habitaciones, sin recibir visitas y sin entender qué es lo que estaba pasando.

Sus primeros abrazos con las familias tras mamparas de plástico también fueron otro símbolo de la pandemia.

Los reencuentros entre mamparas

En 'Informativos Telecinco' hemos tenido la oportunidad de hablar con algunos de estos ancianos que vivieron el confinamiento en las residencias. Carmen fue una de ellas, una mujer que pasó confinada en su habitación meses al dar positivo durante semanas.

Cuando consiguió vencer al virus, los profesionales sanitarios que trabajaban en la residencia la recibieron entre aplausos.

Su gran ilusión era poder ver a su hija Luz, que estuvo esperándola y tuvo que reprimir sus ganas de abrazarla. Gracias a los plásticos y a las mamparas pudo reencontrarse con ella.

Otro caso es el de Víctor y su hijo. A ellos dos también les supo a gloria este abrazo que pudieron darse a través de un plástico tras pasar meses separados por el confinamiento.

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