El cáncer de riñón o cuando los síntomas llegan tarde: señales de alerta por las que acudir al nefrólogo
La doctora María Ángeles Arto enumera los síntomas que se asocian con el cáncer renal, para que no se diagnostique "por casualidad"
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Este 19 de junio se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Riñón, una enfermedad que "en muchas ocasiones se diagnostica de forma casual", según la doctora María Ángeles Arto, nefróloga de la Clínica HLA Montpellier. Las masas en el riñón pueden hallarse al hacer otras pruebas por causas distintas, que relevan el tumor en la imagen. Para confirmar su existencia, debe hacerse entonces un TAC abdominal y torácico y una analítica sanguínea completa, a tenor de lo que ha aparecido en la imagen. Sin embargo, lo más aconsejable es que este diagnóstico (y su posterior medicación) "no se produzca por causalidad" durante la búsqueda de otras patologías, pues esto provoca una dilatación en el tiempo que puede agravar la enfermedad, tal y como indica la experta.
Además del temido "dolor de espalda", existen una serie de síntomas que pueden indicar la presencia de una masa en el riñón y que no deben ser ignorados por el paciente. "Se ha descrito como típica la asociación de hematuria (sangre en la orina), masa y dolor en costado o en las lumbares, pero esta triple asociación tan solo está presente en un 10% de los casos. La hematuria aparece en más de la mitad de los casos, pero puede no ser visible y tan solo evidenciarse en un análisis de orina (hematuria microscópica)", añade la doctora Arto. Por ello, ante cualquier duda, lo que debe hacerse en una exploración física completa, un TAC abdominal y torácico y una analítica sanguínea, para estar seguros de la existencia del cáncer.
Dolor lumbar, anemia, fiebre o pérdida de peso
"Además, puede existir anemia, fiebre y pérdida de peso. Menos frecuentes son la policitemia (aumento de la hemoglobina) y la hipercalcemia (esta última debe obligarnos a descartar una extensión del tumor a los huesos), pero también son indicadores de cáncer renal". De confirmarse, debe plantearse un tratamiento preciso y específico, tras la realización de una resonancia magnética, un angioTAC (o incluso un PET) y una biopsia de la masa renal para conocer el tipo de tumor y tratarlo en consecuencia. El más frecuente es el carcinoma de células claras, también llamado hipernefroma, que, tal y como indica la Universidad de Navarra, suele presentar una "amplia gama de manifestaciones clínicas" que, lamentablemente, "retrasan su diagnóstico".
Con respecto a las causas que provocan esta enfermedad, la experta recuerda que "el consumo de tabaco" es uno de lo mayores potenciadores, pues el tabaquismo duplica las posibilidades de desarrollarla. En raras ocasiones tiene un origen hereditario (5% de los casos), por lo que, frecuentemente, aparece de forma esporádica y sin la necesidad de que existan antecedentes familiares en el paciente. También pueden influir la exposición a ciertos productos químicos (cadmio, asbestos, petróleo), la obesidad y la enfermedad quística renal adquirida en pacientes sometidos a diálisis crónica (el 30% de estos pacientes desarrollaran un cáncer renal), según informa la agencia Europa Press.
La prevención es siempre la vía más efectiva para no tener que enfrentarse a una patología como ésta y, para reducir el riesgo al máximo, la doctora Arto aconseja "dejar de fumar, mantener un peso saludable y controlar la presión arterial", así como controlar todos los factores de riesgo cardiovascular (HTA, dislipemia, diabetes o hiperuricemia). Evitar el alcohol y realizar ejercicio físico de forma periódica también son hábitos aconsejables en este campo.