Bienestar

El nervio vago está detrás de muchos problemas digestivos: estrategias para activarlo y que dé resultados

¿Qué es el nervio vago y cómo estimularlo en momentos de ansiedad y estrés?
Los problemas digestivos pueden estar detrás de una lesión en el nervio vagoEP
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El nervio vago, que contiene fibras sensoriales, motoras y parasimpáticas, se origina en el tronco encefálico, específicamente en el bulbo raquídeo, y tiene una amplia distribución anatómica que abarca el cuello, el tórax y el abdomen. De la importancia que tiene para el cuerpo humano habló en uno de sus libros Antonio Valenzuela, experto en psiconeuroinmunología clínica.

Dicho nervio desempeña un papel trascendental a la hora de regular distintas funciones corporales, conectando el cerebro con múltiples órganos, incluidos el corazón, los pulmones, los riñones y el sistema digestivo, según indica la Clínica de Navarra. Por ello, resulta clave estimularlo para, entre otras cosas, disfrutar de mejores digestiones.

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Las lesiones en el nervio vago pueden acarrear dificultades para tragar, pérdida de la voz, arritmias cardíacas o problemas digestivos, así como dolores de cabeza, impedimentos para conciliar el sueño o insomnio y problemas de tiroides. Se diagnostican por medio de evaluaciones clínicas, estudios de imagen como la resonancia magnética y pruebas específicas de función nerviosa, apunta el citado centro hospitalario.

Consejos para estimular el nervio vago

Con el objetivo de mantener un estado de salud físico, mental y emocional en equilibrio, se puede estimular al nervio vago a través de diferentes métodos. Uno de ellos es la alimentación puesto que lo que comemos representa nutrientes tanto para nuestro cerebro como para el resto del cuerpo.

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En este aspecto, los productos altos en fibra como el yogurt, la kombucha y las verduras ricas en probióticos sirven para estimular este nervio y fomentar la relajación y la felicidad. En cambio, es aconsejable no consumir ultraprocesados, harinas y azúcares refinados.

Los ejercicios de respiración diafragmática y de coherencia cardíaca, inhalando profundamente y exhalando lentamente durante unos segundos, así como los suspiros fisiológicos, con una segunda inhalación corta antes de exhalar, ayudan a regular el nervio vago y a reducir el estrés y la ansiedad, señala la psicóloga y neurocientífica Ana Asensio en su perfil de Instagram.

La especialista en bienestar detalla otros consejos con los que activar el nervio vago. Uno de ellos es cantar o tararear por el beneficio que supone la vibración de las cuerdas vocales. Otro es hacer gárgaras con agua de una forma vigorosa porque así se activan los músculos de la garganta.

Asensio dice que mojarse el rostro con agua fría o tomar duchas de agua fría puede activar la respuesta vagal y también insta a realizar masajes y presión en la zona del cuello, especialmente detrás de las orejas y a lo largo del recorrido del nervio vago.

Ejercicios físicos y hábitos diarios

Ana Asensio asegura que el yoga y los estiramientos suaves, gracias a las posturas de torsión y a la respiración consciente, facilitan la estimulación del nervio vago. También el ejercicio físico moderado, caminando o nadando, y la relajación con posturas específicas. En ese último caso, recomienda acostarse boca arriba con las piernas elevadas para ayudar en la relajación del sistema nervioso.

La psicóloga, con el fin de fortalecer el nervio vago, resalta que es fundamental el contacto social y la conexión emocional, es decir, conversar con alguien cercano, recibir un abrazo o mostrar gratitud.

Asimismo, destaca el beneficio de practicar las técnicas de mindfulness y meditación y la necesidad de elegir alimentos antiinflamatorios, los cuales deben consumirse de una manera lenta y pausada.

Tratamiento de los trastornos del nervio vago

El tratamiento para mejorar de un problema en el nervio vago varía en función de la causa subyacente. En cuanto a medicamentos, los doctores pueden prescribir el uso de fármacos antiinflamatorios y analgésicos. Otra opción es llevar a cabo terapias de rehabilitación para mejorar la deglución y la fonación.

También existe la estimulación por medio de un dispositivo que envía impulsos eléctricos al nervio vago, que aprobó la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos y que se introduce en el cuerpo para tratar la epilepsia y la depresión.

Los cirujanos, explica la Clínica Mayo, colocan estos dispositivos debajo de la piel del pecho. Un cable subcutáneo conecta dicho aparato al nervio vago izquierdo, mediante el cual se mandan señales eléctricas hasta el tronco encefálico para afectar al cerebro.

Los doctores no suelen utilizar para ello el nervio vago del lado derecho del cuerpo porque es más probable que influya en el funcionamiento del corazón. Hay dispositivos de estimulación del nervio vago más nuevos cuyo implante no requiere cirugía.

Por último, añade la Clínica Mayo, los investigadores estudian el uso de la estimulación del nervio vago para tratar otras afecciones como, por ejemplo, la artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria intestinal, el trastorno bipolar, la obesidad y la enfermedad de Alzheimer.