Un informe confirma que la saliva ayuda a predecir la evolución del cáncer de cabeza y cuello: "Puede decirnos cómo responde al tratamiento"
Unos expertos demuestran que el microbioma salival puede reflejar con notable precisión la evolución del cáncer de cabeza y cuello
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Un grupo de hospitales ha conseguido demostrar que el microbioma salival es capaz de reflejar con precisión el entorno biológico del cáncer de cabeza y el cuello, prometiendo unos resultados de mayor precisión sobre la evolución clínica y la respuesta al tratamiento. Los primeros resultados de este trabajo han sido presentados en el 76º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), que se celebra estos días en Madrid.
Para poder analizar un tumor es necesario hacer una biopsia, una prueba que resulta esencial a la par que invasivo, doloroso y no siempre repetible. Como solución, el grupo de investigadores propone utilizar una biopsia líquida salival. "Estos primeros resultados confirman que la saliva no es solo un reflejo pasivo de la cavidad oral: contiene información funcional que, debidamente interpretada, puede decirnos cómo evoluciona el tumor y cómo responde al tratamiento", ha explicado, Francesc Xavier Avilés, investigador principal del estudio.
Con ello, han demostrado que, en los pacientes con cáncer de cabeza y cuello, la diversidad microbiana de la saliva disminuye y aumenta la presencia de bacterias con potencial proinflamatorio. Además, se han identificado rutas metabólicas alteradas que podrían tener relevancia clínica, como el metabolismo del succinato, la síntesis ribosomal y la regulación de selenoproteínas, todos ellos procesos implicados en la inflamación crónica, el metabolismo celular y la progresión tumoral.
Cómo funciona esta prueba
Gracias al análisis funcional, los investigadores han detectado la expresión de marcadores moleculares concretos, como K01823 (Metilmalonil-CoA mutasa) y K07015 (proteína ribosomal S19), relacionados con la síntesis de proteínas y el metabolismo del succinati. Estos procesos podrían vincular la actividad de las bacterias con cambios en la biología tumoral, en particular con la biogénesis ribosomal y la inflamación del microambiente del tumor.
Esto significa que ciertas bacterias presentes en la saliva y ciertas vías metabólicas podrían influir en el comportamiento del tumor, modulando su agresividad y su capacidad para resistir los tratamientos. Si se confirma esta relación, la saliva podría convertirse en un espejo molecular del tumor, proporcionando información clave sobre su evolución sin necesidad de recurrir a procedimientos invasivos.
A partir de estos hallazgos, los investigadores han propuesto un enfoque que consistiría en analizar la saliva de forma periódica para monitorizar la respuesta al tratamiento, detectar recaídas o ajustar la terapia de forma individualizada según los cambios observados en el microbioma y en su funcionalidad. En este sentido, han destacado que se trata de una técnica fácil de aplicar, económica y cómoda para el paciente, que podría integrarse en la práctica clínica habitual una vez validada para mejorar el manejo de un cáncer del que, solo en este año, se prevén más de 7.000 nuevos casos en España.