Vivir con dolor

La fórmula doméstica eficaz contra la artritis de rodilla, según la ciencia

Artritis de rodilla
La artritis de rodilla, un enemigo a partir de los 50. GETTY IMAGES
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La artritis de rodilla es una de las causas más frecuentes de dolor crónico y limitación de movimiento cuando pasamos de los 50 años. Con el paso del tiempo, el cartílago que recubre las superficies articulares se desgasta, los músculos que rodean la rodilla pierden fuerza y elasticidad, y actividades cotidianas como subir escaleras, caminar o ponerse de pie pueden convertirse en un desafío.

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Por eso, buscar estrategias sencillas y seguras que alivien el dolor y mejoren la movilidad se ha convertido en una prioridad para millones de personas en todo el mundo. En los últimos años, la ciencia ha confirmado algo que muchos fisioterapeutas sospechaban: el movimiento es parte del tratamiento.

Los ejercicios en casa pueden aliviar de forma efectiva el dolor de rodilla provocado por desgarros de cartílago y artritis, aparentemente con o sin fisioterapia, según un estudio reciente publicado en 'The New England Journal of Medicine'. De hecho, los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento proporcionaron aproximadamente la misma cantidad de alivio del dolor independientemente de que una persona recibiera fisioterapia real o simulada.

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División en tres grupos

La investigación evaluó a casi 900 personas con artritis de rodilla y desgarro de menisco. Los participantes fueron divididos en tres grupos: unos realizaron un programa de ejercicios en casa, otros lo combinaron con sesiones de fisioterapia real y un tercer grupo con fisioterapia simulada.

Después de 3, 6 y 12 meses, todos reportaron una reducción significativa del dolor, independientemente de si recibieron tratamiento presencial o no. Por lo tanto, los investigadores concluyeron que un programa de ejercicios casero, bien diseñado y realizado en el hogar con constancia puede ser tan beneficioso como la fisioterapia tradicional o una intervención clínica más compleja.

Esto cobra especial relevancia si se tiene en cuenta que hasta el 40 % de las personas de mediana edad y cerca del 80 % de quienes ya padecen artritis presentan también algún grado de lesión meniscal. Es decir, se trata de un problema masivo, y la posibilidad de tratarlo de forma sencilla en casa ofrece una alternativa realista, económica y accesible.

Beneficios de la actividad física

Los especialistas explican que el ejercicio actúa a varios niveles. En primer lugar, ayuda a fortalecer los músculos que rodean la rodilla —principalmente los cuádriceps y los isquiotibiales—, lo que reduce la carga que soporta la articulación y mejora la estabilidad. Además, el movimiento estimula la circulación y la producción de líquido sinovial, una sustancia que lubrica la articulación y facilita el desplazamiento de las superficies óseas.

También se ha comprobado que mantener una rutina regular de actividad física disminuye la inflamación, mejora el estado de ánimo y reduce la percepción del dolor. La clave, según los expertos, está en la constancia. Los ejercicios deben realizarse al menos cuatro veces por semana, durante unos 25 minutos, preferiblemente en un entorno seguro y sin prisas. En definitiva, la evidencia científica demuestra que moverse, aunque sea un poco cada día, es una de las mejores medicinas para la artritis de rodilla. Y al alcance de cualquiera.