Obesidad

La obesidad ya afecta a uno de cada cuatro españoles, pero sigue siendo "una enfermedad de segunda clase"

El presidente electo de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Francisco Tinahones, durante una entrevista concedida a la Agencia EFE
El presidente electo de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Francisco Tinahones, durante una entrevista concedida a la Agencia EFE. EFE/Jorge Zapata
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La prevalencia de obesidad ha aumentado en las últimas décadas hasta afectar prácticamente a una de cada cuatro personas en España, pero se considera "una enfermedad de segunda clase", según el presidente electo de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Francisco Tinahones, quien reclama un plan nacional transversal contra este "importante problema de salud pública".

La tasa "estaba en torno al 10-12 % y en los últimos 20 o 25 años la hemos duplicado", hasta situar la prevalencia "por encima del 20 %", y en el caso de Andalucía, "probablemente cerca del 24 %".

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"Casi siempre se ha planteado que era un problema de voluntad" de la persona obesa, algo que es "absolutamente falso", pues es una enfermedad "multifactorial, que no se resuelve fácilmente", ha afirmado en una entrevista con EFE el también jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga.

Desde una estrategia basada en el cambio del estilo de vida y fármacos "muy poco eficaces", con la que se obtenían "resultados mediocres", se ha abierto un horizonte de fármacos "efectivos" que regulan el apetito "de forma muy ostensible", como la semaglutida y tirzepatida, que envían señales de saciedad al cerebro.

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Aunque se haya "minimizado" la obesidad, se asocia a "más de 200 complicaciones médicas", por lo que con la pérdida de peso que logran estos fármacos, que puede llegar a superar el 20 % en personas obesas, también aminoran las probabilidades de un infarto, problemas renales o apnea del sueño, ha explicado.

Desigualdad social en el tratamiento

Estos fármacos solo están subvencionados por la sanidad pública para tratar la diabetes tipo 2. "Para la obesidad se los tiene que pagar el paciente, y son relativamente caros", lo que "contribuye también a una desigualdad social", ha apuntado.

La prevalencia de esta enfermedad "es mayor en las clases menos favorecidas", y si a ello se une la falta de accesibilidad a estos fármacos, "la obesidad va a ser un problema donde no va a haber equidad en el tratamiento", ha augurado.

En la medida en la que estos fármacos no están subvencionados, "la obesidad es una enfermedad de segunda clase porque no se ponen los medios que hay", ha sostenido.

Por ello, la sociedad científica urge al Gobierno a que "realmente" se cree un plan nacional de lucha contra la obesidad, que incluya a varios ministerios, como los de Transporte, Educación, Sanidad o Economía, y que sirva de referente a las comunidades autónomas para su implementación y "homogeneizar la atención".

Abaratar los productos saludables

Para Tinahones, no se puede prevenir esta enfermedad "con una sola medida", sino que la estrategia debe ser transversal y abarcar acciones impositivas "si se estiman oportunas".

En lugar de gravar determinados productos, es partidario de "hacerlo en positivo", abaratando los saludables. "Es curioso que los productos insanos son relativamente baratos, muy ricos en grasa y alimentos procesados. Sin embargo, la fruta y la verdura es mucho más cara".

"Algo hay que hacer para, de alguna forma, modificar los hábitos alimentarios, porque efectivamente muchas personas no se pueden permitir una alimentación saludable", ha demandado.

Combatir la obesidad constituye un desafío global, puesto que "prácticamente ningún país" ha conseguido bajar la tasa. Algunos han comenzado a tomar cartas en el asunto: "Alemania está empezando a tomárselo en serio", también Italia y el Reino Unido, ha indicado.

Ganar el relato en las redes sociales

Francisco Tinahones también ha apostado por "ganar el relato con datos científicos y veraces" en las redes sociales, donde actualmente "cualquiera es capaz de dar recomendaciones" sobre nutrición que pueden ser perjudiciales.

"No vale que nosotros hagamos nuestros congresitos y que nos digamos entre nosotros lo que es la verdad científica, sino que tenemos que salir a la palestra", ha manifestado.

En cuanto a los beneficios del ayuno, ha dicho que hay evidencia científica de que practicarlo algunas horas del día "no es perjudicial; incluso puede tener algún efecto favorable", si bien ha insistido en que "como cualquier tipo de dieta, hay que personalizarla".

Compensar los excesos navideños

En Navidad, periodo crítico en nutrición, Tinahones -que asumirá oficialmente la presidencia de la SEEN en octubre de 2026- no se excede en recomendaciones dietéticas: "tampoco hay que amargarle la vida a la gente".

Salvo indicaciones puntuales en patologías como la diabetes, en la que hay que controlar la toma de azúcar, "una ingesta puntual tampoco altera nuestra fisiología".

En estas fiestas puede utilizarse la herramienta del ayuno intermitente (un día comida normal y otro de ingesta muy baja o nula). "Si después de una comida pantagruélica al día siguiente uno está en ayunas, compensa ese incremento en la ingesta de calorías" y el organismo "no va a tener ningún problema".

En materia de investigación, el también director científico del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima) y catedrático de Medicina, destaca el creciente papel de la inteligencia artificial (IA), un "secretario de lujo" que resuelve procesos, como el análisis de datos, que anteriormente llevaban semanas.