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El personal sanitario español no da abasto ante la epidemia por coronavirus. El aumento de casos está saturando las urgencias hospitalarias, un hecho que está haciendo saltar las alarmas y que ya se ha convertido en el principal temor de un virus con una letalidad baja pero unos efectos colaterales que pueden erosionar uno lo de los pilares del estado de Bienestar, el sanitario y provocar una crisis como la de 2008, de la que todavía no nos hemos recuperado.
“Tenemos que dar calma a la población. Hay que utilizar los hospitales con rigor, no acudir solo por tener estornudos o fiebre. El problema está sobre todo en la Comunidad de Madrid”, señala a Informativos Telecinco Diego Ayuso, secretario general del Consejo de Enfermería de España.
La situación en la capital es crítica. “Si es necesario, como en Madrid, tenemos que incrementar las contrataciones o hacer un llamamiento a la ayuda de profesionales de otras comunidades autónomas”, explica Ayuso.
Las enfermeras madrileñas, en concreto, denuncian su escasa protección para tratar a los pacientes. “Las enfermeras de Madrid no tienen suficientes dispositivos de protección individual, como las mascarillas. Estas desaparecen de las unidades asistenciales. Hay un problema de suministro, pero deben tener la protección necesaria”, añade el máximo representante español de los enfermeros.
Luis Miguel Alonso, presidente de la Asociación Española de Enfermería y Salud, AEES, va más allá. “Está mal gestionado. No se puede enviar a casa a profesionales sanitarios solo por haber estado en contacto con un positivo. Solo enviarlos a casa por ser sospechosos… nos vamos a quedar sin personal. Con una mascarilla, muchos podrían seguir trabajando”, comenta Alonso.
“Hace falta personal, el sistema lo necesita. Si no producimos el número suficiente de médicos para cubrir las necesidades, los médicos eligen donde trabajar, sobre todo en sitios como Madrid o Zaragoza. Pero lugares como Palencia, o con mala ubicación, tienen problemas porque no hay personal. En el caso de los enfermeros y enfermeras, se van a Inglaterra o Alemania porque les ofrecen mejores condiciones de trabajo”, añade Alonso.
Según datos de Sociedad Española de Medicina Intensiva Critica Y Unidades Coronarias, SEMICYUC, las camas en las UCI de los hospitales públicos, 3.508, según los últimos datos oficiales, se encuentran en estos momentos en el 90% cuando lo normal es que se encuentren a un 60,1%.
Los hospitales privados, con 896 camas, cuentan con una media de ocupación del 43,40%. SEMICYUC trabaja ahora en un plan de contingencia que prevé hacer la radiografía real de las UCI en 2020. Esto servirá para saber cómo combatir el coronavirus con mayor efectividad.
El SARS-CoV-2 continúa expandiéndose y ya son más de 2 000 casos en España, la mitad en la Comunidad de Madrid. Además, se han reportado 31 muertes en la Comunidad, casi 50 en toda España. Un dato que preocupa, aunque sea un porcentaje bajo. “Hay un 5% de pacientes con coronavirus que necesitan soporte de asistencia crítica. Necesitan ser intubados y estar en unidades de cuidados críticos. El problema es que, si la epidemia crece, por porcentaje y estadística, tomando como referencia China e Italia, puede que se colapse esta atención. Es una realidad, podría ocurrir. Esperemos que no y que haya un mayor control de la epidemia”, señala Ayuso.
“Estamos percibiendo un pico de actividad enorme en las urgencias. El pico de demanda es demasiado alto. Hay mucha presión asistencial”, añade el secretario general del consejo de enfermeros.
“El pico de la epidemia se prevé en dos semanas y, a partir de ahí, descendería, aunque se trabaje siempre con aproximaciones. Últimamente se nos llena la boca diciendo que el sistema sanitario español es el mejor del mundo, aunque nos dotan de presupuestos cada vez más mermados. Es un buen sistema, pero caduco. Llevamos dos años defendiendo que este sistema se hizo hace 50 años, la sociedad de ahora necesita una actualización. Hay que potenciar la atención a domicilio. Sería más eficiente para el sistema. No tenemos capacidad. Nosotros tardamos 10 años en hacer un hospital y en China, por urgencia, tardan 10 días. Hay que reformar el sistema”, denuncia Alonso.
“Lo que son importantes son las camas de cuidados intensivos y los respiradores. En el hospital de León tenemos 1 000 camas normales. A mí me llegan Whatsapp de profesionales sanitarios de Italia que me comentan que faltan respiradores en las UCI. Si hay insuficiencia respiratoria aguda y no hay respiratoria, mueres. Me extraña que se diga que el sistema sanitario de Italia es peor que el español cuando muchos profesionales van allí a aprender técnicas novedosas. Nuestro sistema de UCI está adecuado al volumen habitual de pacientes críticos. De los contagiados por coronavirus, un 80% presentará una gripe leve, pero el 20% puede sufrir una neumonía bilateral que precisa respiración asistida. Necesitamos camas y respiradores, pero no son fáciles de conseguir”, explica Alonso. La situación podría empeorar.
No son pocos los que piden la colaboración de la sanidad privada. “Es una situación de emergencia sanitaria, un problema de salud pública. Es competencia del sistema sanitario público y privado. La atención sanitaria privada tiene que dar un paso adelante y ofrecer sus recursos a la población”, señala Ayuso.
“Vamos a ir por un camino muy similar al de Italia. Si planteamos una reducción de la movilidad total como contención fuerte, habría una reducción de la epidemia del 60%, aunque el impacto económico sería brutal. Aquí ya es cuestión de salud, no se dispararía la infección. Si se hubiera hecho antes… Lo que no se puede es hacer la manifestación del 8M y al día siguiente implementar nuevas medidas de prevención”, explica Alonso.
“Un bloqueo real es muy difícil de hacer. El período de incubación asintomático está ahí. Si desde el primer momento se reduce la movilidad, hubiera sido muy efectivo, pero es antipopular. Nunca se han tomado medidas así. Esto no tiene precedentes, yo nunca había visto algo así, ni con el Ébola”, concluye Alonso. Los hospitales necesitan ayuda y sobre todo, concienciación por parte de la ciudadanía.