España, con las UCI al borde del colapso, no termina de llegar al pico del contagio

El coronavirus sigue extendiéndose de forma todavía irrefrenable. Sus dramáticas cifras en España ascienden ya a los 95.000 casos y las muertes superan las 9.400. Pese al atisbo de esperanza que arrojaron las cifras el día anterior, los datos de las últimas 24 horas han dejado los peores números hasta el momento: 849 muertos y 9.222 nuevos positivos; un repunte que, no obstante, Sanidad achaca a un “acumulación de los casos que se reportaron el fin de semana”.

La tendencia, pese a la durísima estadística, sigue siendo descendente. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha vuelto a insistir en que desde el 15 de marzo, --fecha en la que ya estaba vigor el estado de alarma y las medidas de confinamiento en consecuencia--, hasta el 25 de marzo, “conocíamos un incremento medio diario del 20%”. Desde ese día hasta ahora, “se aprecia una inflexión”. Desde el 25 de marzo “los incrementos de nuevos casos son del 12 por ciento”, mientras los datos que se han manejado este martes hablan ya de un “10%”. Es decir, los porcentajes se han reducido prácticamente a la mitad. Por eso, el ministro ha confirmado que los expertos aprecian “una estabilización de la evolución de la epidemia”. “Estamos en fase de estabilización y el objetivo de esta semana es el de la ralentización”, ha dicho, advirtiendo, no obstante, que “estamos en una semana que va a seguir siendo complicada, que va a ser dura”. España aún no termina de llegar al pico, pero la esperanza es que en los próximos días “nos acerquemos a él”.

Entre tanto, la crisis sanitaria mantiene a los hospitales al límite y las UCI permanecen al borde del colapso. En la Comunidad de Madrid, --la más afectada por el brote de coronavirus--, ya se superan con creces las 1.500 camas inicialmente disponibles. En Cataluña, la segunda comunidad autónoma más castigada por el COVID-19, ya se han rebasado sus 1.600 plazas. Ambas comunidades están en una situación crítica, pero no son las únicas. También preocupan País Vasco, Castilla-La Mancha y Castilla y León, entre otras. Por eso, el Gobierno se plantea ya el traslado de pacientes de unas comunidades a otras. Valencia, Extremadura y sobre todo Andalucía, con un 20% de sus cama ocupadas, parecen ser las mejores candidatas a recibir pacientes de fuera, mientras otras como Galicia se ofrecen sabiendo que no han llegado a su pico de contagios.

Por otro lado, muchos de los sanitarios que lo entregan todo en la primera línea para sacar adelante a los pacientes siguen trabajando sin los medios necesarios: en muchos centros faltan respiradores, equipos de protección y también test. Para combatirlo, Sanidad ha anunciado que este miércoles se repartirán “siete millones de equipos de protección individual”, lo que hará un total de “18 millones” de material de este tipo repartido, al tiempo en que ha precisado que en España se realizan ya “entre 15.000 y 20.000 test PCR diarios”.

A su vez, Salvador Illa, ha informado de que se han adquirido “1.900 respiradores” y ha informado de que ante la crisis ya se ha incorporado y se ha puesto a disposición del sistema nacional de salud “un contingente de 52.000 personas”, el cual se va a ampliar.

En el horizonte, la esperanza está en que los expertos aseguran que “las medidas de confinamiento están funcionando”, ya hay más de 20.000 altas y, además, los científicos y profesionales de la sanidad, tanto en España como en el resto del mundo, trabajan de forma incesante en tratamientos contra el virus que poco a poco están arrojando resultados. Especialistas como Benito Almirante, jefe de infecciosos del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, apunta a que hay “una gran esperanza” puesta en distintos ensayos clínicos con fármacos que se emplean para la artritis reumatoide y que estarían funcionando de forma muy positiva con pacientes con coronavirus. Ya se probaron en China y otros países, “aunque no con un ensayo tan riguroso”, y parece que “las primeras observaciones son muy positivas”.

Mientras tanto, y para dar tiempo tanto a los investigadores como a los sanitarios, lo que se nos pide a los ciudadanos es permanecer en casa. Este martes, de hecho, ha sido el día en que ha entrado en vigor el cierre de las actividades no esenciales; un endurecimiento del confinamiento que se espera que también tenga consecuencias positivas en la contención del virus, pese a su impacto en lo económico, que encuentra su reflejo más fiel en el Ibex 35, que ha cerrado el mes de marzo con el peor mes de toda su historia.

Para luchar contra esto último, el Gobierno ha anunciado este martes un paquete de medidas económicas entre las que se contemplan, entre otras, una moratoria de cuotas a autónomos y pymes, ayudas al alquiler con suspensión de desahucios durante seis meses en beneficio de 500.000 familias vulnerables que tienen contrato de alquiler, un subsidio para empleados temporales y también para empleadas del hogar.

Fuera de nuestras fronteras, el coronavirus sigue expandiéndose infectándolo todo. En total ya son más de 850.000 los casos registrados, más de 41.000 muertes y más de 200 los países castigados por el virus. Entre ellos, Estados Unidos está a la cabeza en número de positivos con más de 186.000, al tiempo en que Italia sigue siendo el país más afectado de la Unión Europea, con más de 105.000 casos y más de 12.400 muertes. En las últimas 24 horas, registraron 837 fallecimientos, pero las esperanzas, igualmente, están puestas en que la curva de contagios se está ralentizando y las autoridades sanitarias hablan ya de que se está llegando a una “meseta” en esa curva.

Por su parte, en China, donde ya dan por controlado el brote después de que irrumpiese allí con Wuhan como epicentro, --donde ya se han abierto centros comerciales--, siguen sin bajar la guardia pese a no registrar casos locales. Tras blindarse al mundo cerrando la entrada a todo extranjero desde el pasado sábado, ahora intensifican los controles para localizar a los pacientes asintomáticos. Quieren identificar y poner en cuarentena a aquellos portadores del virus que no llegan a desarrollar los síntomas para descubrir las fuentes de infección de estos pacientes lo antes posible.