Hiperhidrosis: cuando la sudoración excesiva afecta a tu día a día

  • En los casos más graves puede recurrirse a la cirugía para extraer las glándulas sudoríparas o desconectar los nervios responsables de la sobreproducción de sudor

Algunas personas padecen una sudoración anormal y excesiva que no siempre está relacionada con el calor o con haber practicado algún tipo de ejercicio. Es lo que se conoce como hiperhidrosis. Se trata de un problema que, además de interrumpir las actividades diarias habituales, puede ocasionar ansiedad social y vergüenza.

El tratamiento de la hiperhidrosis suele ser de ayuda; para empezar, se usan antitranspirantes fuertes recetados. Si estos no dan el resultado esperado, quizás se debe optar por otros tratamientos o medicamentos distintos. En los casos de mayor gravedad, el médico puede recomendar la cirugía para extraer las glándulas sudoríparas o desconectar los nervios responsables de la sobreproducción de sudor. A veces se puede descubrir una causa oculta y tratarla.

Síntomas

La mayoría de las personas sudan cuando realizan ejercicios o se esfuerzan, cuando se encuentran en un ambiente caluroso o si están ansiosas o en situaciones de estrés. La sudoración excesiva que se experimenta con la hiperhidrosis supera ampliamente la sudoración normal.

El tipo de hiperhidrosis que normalmente afecta a manos, pies, axilas o cara se presenta al menos una vez por semana a lo largo del día. Y la sudoración generalmente se produce en ambos lados del cuerpo. A veces, la sudoración excesiva es un signo de padecer una enfermedad grave.

Se debe acudir al médico si la sudoración intensa está acompañada de aturdimiento, dolor en el pecho o náuseas, así como si perturba la rutina diaria, causa angustia emocional o retraimiento social o si se padece por las noches sin razón aparente.

Causas

El sistema nervioso activa automáticamente las glándulas sudoríparas cuando la temperatura corporal aumenta, es decir, la sudoración es el mecanismo que emplea el cuerpo para enfriarse. La sudoración también se produce normalmente, en especial en las palmas de las manos, cuando se está nervioso.

El tipo más frecuente se denomina hiperhidrosis focal primaria (esencial). En este tipo de hiperhidrosis, los nervios responsables de enviar señales a las glándulas sudoríparas se vuelven hiperactivos, a pesar de no haber sido desencadenados por la actividad física ni por el repunte de la temperatura. Al estar estresado o nervioso, el problema empeora aún más. Este tipo afecta generalmente a las palmas de las manos, las plantas de los pies y, a veces, el rostro. No existe una causa médica para este tipo de hiperhidrosis. Incluso es posible que tenga un componente hereditario puesto que a veces se da en varios miembros de la familia.

La hiperhidrosis secundaria se presenta cuando la sudoración excesiva se debe a una enfermedad. Es el tipo menos frecuente. Es más probable que provoque sudoración en todo el cuerpo. Los trastornos que pueden provocar sudoración intensa comprenden los siguientes: diabetes, sofocos en la menopausia, problemas en las glándulas tiroideas, nivel bajo de azúcar en sangre, algunos tipos de cáncer, ataque cardíaco, trastornos del sistema nervioso o infecciones.

Algunos medicamentos también pueden provocar una sudoración intensa, al igual que la abstinencia de opioides.

Complicaciones

La hiperhidrosis puede acarrear infecciones en la piel puesto que las personas que sudan abundantemente son más propensas a ello. Asimismo, tiene un impacto en el plano social y emocional ya que tener las manos húmedas o mojadas y la ropa empapada por el sudor puede ser vergonzoso. Este trastorno puede afectar la búsqueda de trabajo y los objetivos educativos.