El secreto de Maruja para resistir dos guerras y dos pandemias y alcanzar los 105 años
El secreto de Maruja para resistir dos guerras y dos pandemias y alcanzar este sábado los 105 años
María Guadalupe Badillo, como en realidad se llama, tiene cuatro hijos, 14 nietos y 20 bisnietos
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María Guadalupe Badillo, conocida como Maruja, cuenta que su secreto es "vivir" y disfrutar "sin pensar demasiado". Eso sí, con una copita de vino todos los días a la que llama "chato", a poder ser de Sanlúcar de Barrameda, su localidad natal, un poco de marisco, que le encanta, y actitud positiva frente a las adversidades.
Maruja nació en ese municipio gaditano el 30 de julio de 1917, por lo que este sábado ha cumplido 105 años, convirtiéndose en una de las personas más longevas en El Puerto de Santa María, donde reside. Para alcanzar tan mágica cifra, rodeada de los suyos, puede presumir de haber sobrevivido a dos guerras, la II Guerra Mundial y la Guerra Civil, así como a dos pandemias, la de la gripe española y la del covid.
En una entrevista al diario 'Viva El Puerto', Maruja se muestra bromista y muy cercana. Esta mujer ha vivido gran parte de su vida entre Marruecos, Madrid, Sevilla, Ceuta y El Puerto de Santa María. Ahora se ha convertido en todo un ejemplo para sus cuatro hijos, 14 nietos y 20 bisnietos.
A sus espaldas tiene muchas historias, incluida una de amor que vivió junto a Paco, al que recuerda en todo momento: "Desde que lo conocí, supe que era mi hombre. No me equivocaba. No es porque fuese mi marido pero era guapísimo", afirma. Él, militar de profesión, pasó mucho tiempo fuera de España.
Maruja se emociona al recordar la guerra
Al mencionarle la guerra, Maruja se emociona: "He perdido a muchos amigos y conocidos. Se me saltaban las lágrimas cuando se los llevaban en camiones. Sabía que ya no les volvería a ver más. Ahora, cuando veo en la televisión la guerra de Ucrania, pienso: pobrecitos, lo que les queda por pasar".
Confiesa que "nunca" tuvo miedo, ni siquiera cuando bombardeaban a su alrededor. Y es que Maruja era y es una mujer valiente. Puede que ese valor sea también el que le ha llevado a gozar de buena salud y de tanta vitalidad a día de hoy. Eso, y su familia. "Les quiero mucho", añade, subrayando que "no me dejan sola nunca".
A ella no le importaría cumplir muchos años más, siempre que "esté bien", y seguir viendo cómo transcurre la vida que, a su juicio, "va a peor". "Antes, con dos pesetas que me daba mi madre, traía un canasto lleno. Ahora, ni en broma. Todo está muy caro", explica. No le falta razón.
Para Maruja, el sabor de la tarta es lo de menos porque no es exquisita ni muy golosa. Eso sí, lo que más ilusión le hace es que sus nietos le recuerden la gran cantidad de velas que tiene que soplar.