Un pasajero grabó el terrorífico instante del naufragio fatal en Islas Galápagos: cuatro españolas lograron salvarse

  • Un pasajero que iba a bordo de 'Angy', la embarcación naufragada en Islas Galápagos, grabó los momentos en que se hundía

  • Cuatro españolas, universitarias malagueñas, iban a bordo y lograron salvarse tras saltar al agua y nadar hacia una segunda embarcación que les ayudó

  • Cuatro personas murieron en la tragedia: la embarcación nunca debió zarpar

Uno de los pasajeros que iban a bordo de ‘Angy’, la embarcación naufragada el pasado domingo en Islas Galápagos, grabó los agónicos instantes en que la lancha de cabotaje comenzaba a hundirse haciendo estallar el nerviosismo y el pánico. A bordo se encontraban cuatro españolas; cuatro universitarias malagueñas que lograron salvarse con la ayuda de una segunda lancha, aunque desafortunadamente no todos corrieron la misma suerte.

El dramático suceso, en el que murieron cuatro personas, está en estos momentos siendo investigado por las autoridades locales. La embarcación nunca debió zarpar. Una avería previa en un motor, la cual retrasó la salida del puerto, debía alertar de que algo no iba bien, pero tras un lapso de tiempo los encargados del servicio decidieron que podía partir y llevar a cabo su trayecto. Y lo hicieron, incluso, con más pasajeros a bordo de lo debido: 37, cuando su capacidad debía ser para 25.

En esas circunstancias, la lancha partió y, durante las primeras horas, volvió a sufrir fallos que obligaron a que permaneciese varios minutos a la deriva. Según informa Diario Sur, citando al relato de las cuatro españolas a bordo, –Estefanía, de 26 años; Yaiza, de 23; Marina, también de 23; y Ana, de 22–, el trayecto, que cubría el viaje desde Isla Santa Cruz a Isla Sabela, suele durar entre dos horas y dos horas, pero aquel día se estaba prolongando hasta casi las tres horas y media.

Tal era la situación que, además, tras haber partido del puerto a aproximadamente las cuatro de la tarde, se quedaron sin gasolina, requiriendo que una segunda lancha les asistiese, acudiendo a la zona para llevarles combustible.

Tras ese improvisado repostaje, reanudaron la marcha, pero para entonces la situación era todavía más complicada: había mala mar, había caído completamente la noche y estaba nublado.

Un pasajero grabó en vídeo el momento en que 'Angy' naufragaba en las Islas Galápagos

En ese contexto es en el que la grabación realizada por uno de los pasajeros atestigua fielmente el calibre del drama y la tragedia que sucedería a continuación. Desde la embarcación el nerviosismo fue acrecentando por momentos y ola a ola. Tanto es así que en uno de los vídeos difundidos ampliamente a través de las redes sociales se escucha cómo interpelan al patrón: “¡Coja bien la ola, se está llenando de agua!”, gritaban, sin saber todavía que minutos después el peor de sus temores se iba a hacer realidad.

Con dificultades para mantener el equilibrio, el agua entrando ya plenamente en la embarcación, los equipajes flotando entre todos ellos, apiñados entre gritos de auxilio y desesperación, un segundo vídeo muestra exactamente el sobrecogedor instante en que ‘Angy’ se hunde.

Estefanía, Yaiza, Marina y Ana, las universitarias españolas que se encontraban en Islas Galápagos por una beca de cooperación internacional concedida antes de la pandemia, se encontraban en la parte de arriba de la embarcación. En los instantes más agónicos, tras advertir que iba a hundirse la lancha de cabotaje, se apresuraron a escalar como pudieron hacia la proa, “lo único que quedaba flotando”.  Agarradas a las barandillas metálicas, su única salida al alcance fue saltar al agua, donde nadaron en busca del barco que previamente les había suministrado combustible.

Las universitarias españolas se salvaron tras saltar al agua y subir a una segunda embarcación

Afortunadamente, esta segunda embarcación, alertada por la situación, se había acercado a ayudarles, y ellas fueron de hecho de las primeras en llegar y subirse. Allí, sin dudarlo, comenzaron a ayudar y hacer todo lo que podían para auxiliar y salvar a más personas. Así, una de ellas comenzó a arrojar chalecos salvavidas, boyas, flotadores y todo aquello que pudiera asistirles, al tiempo en que las otras se encargaban de tranquilizar a los niños y el resto de los pasajeros que subían.

Muchos de ellos fueron socorridos y salvaron su vida, pero no todos los pasajeros pudieron subir. El temor a que esta lancha también se hundiese si subían las 37 personas a bordo, –dado que era de dimensiones similares a ‘Angy’, obligó a que tuviesen que regresar a puerto por orden del capitán.

Según han informado las universitarias españolas, el barco naufragado no llevaba chalecos salvavidas. Antes de subir al barco preguntaron por ellos, pero dijeron que “estaban secándose en el puerto”.

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