La Policía necesitó ayuda de los bomberos para entrar en la vivienda de la mujer y la hija asesinadas en Valladolid

Valladolid permanece entre el desconsuelo, la consternación y la rabia tras conocerse el asesinato de una mujer y su hija de 8 años presuntamente a manos de su pareja, que ha sido detenida y trasladada a un hospital tras presentar lesiones que él mismo se habría infringido en un intento por suicidarse tras cometer el crimen machista. Los cadáveres fueron encontrados en el interior de la vivienda en la que residían en el Paseo Zorilla, a la que accedió la Policía Nacional con ayuda de los bomberos tras ser alertada de lo sucedido por el cuñado del detenido, al que confesó lo que había hecho.

Los agentes necesitaron la intervención de los bomberos para entrar en el domicilio dado que la puerta había sido cerrada por dentro. Allí estaban los cuerpos sin vida de Paloma, de 45 años, y su hija India. Ambos presentaban heridas por arma blanca.

Junto a ellos, en la vivienda, encontraron también al presunto autor del doble asesinato: un varón nacido en 1978 que presentaba lesiones que indicaban que se las habría infligido él mismo; aunque todo está aún bajo investigación.

El presunto asesino tenía antecedentes por violencia de género

Procediendo a su inmediata detención, el presunto asesino fue entonces trasladado al Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Sobre él, según han precisado fuentes policiales, no pesaba ninguna denuncia realizada por parte de la víctima, aunque sí tiene antecedentes por violencia de género de una pareja anterior.

"En 2017 ya habría agredido a otra mujer", ha señalado Virginia Barcones, delegada del Gobierno en Valladolid.

Rabia y conmoción entre los vecinos de la madre y la hija asesinadas

Sobrecogidos por el terrible crimen, hoy los vecinos recuerdan a Paloma como "una supermamá totalmente entregada a su hija", una persona “cariñosa” y “muy agradable”, en palabras de Javier, propietario de una cafetería a la que ella acudía habitualmente.

La niña, ha explicado expresando dolor y "rabia" por lo sucedido, “no se separaba de su mamá". “Con ocho años, con toda la vida por delante… No hay por donde cogerlo”, lamenta, expresando en estos momentos su tristeza y consternación.

“Llevamos un mes y medio en este país en el que estamos fallando todos porque los números son horrorosos, horrible”, denuncia, en un mensaje que se extiende entre el resto de los vecinos: “A ver si hay algo, alguna ley que saquen para que esto se erradique pero ya, no podemos sostener más esta violencia”, reclaman.

Paloma era miembro de una conocida familia de empresarios de Valladolid, muy querida por quienes la conocían. De él, sin embargo, dicen que era un hombre "serio" y "distante".