Ana relata en el juicio la brutal agresión de su expareja, acusado de intentar asesinarla: "Me tienes harto, te voy a matar"

Este jueves ha comenzado en Pamplona el juicio contra Santiago Martínez, el vecino de Azagra (Navarra) que intentó asesinar hace casi dos años a su entonces pareja, Ana Delgado, golpeándola con una barra de hierro. Los hechos tuvieron lugar el sábado 20 de febrero de 2021 por la mañana, justo antes de que Ana, que se encontraba en la cama, se levantase. Fue entonces cuando la agredió salvajemente y la dejó inconsciente. Convencido de que la había matado, él, profesor jubilado, se entregó a la Policía Foral en el cercano municipio de Estella.

Ana, que niega que hubiese una discusión previa, fue trasladada en helicóptero al Complejo Hospitalario de Navarra, donde pasó una buena temporada en la unidad de cuidados intensivos (UCI), mientras su familia estaba completamente destrozada puesto que daban por hecho que no saldría adelante. La víctima, hasta entonces enfermera en la localidad riojana de Quel, aseguró a las cámaras de Informativos Telecinco que "he vuelto a nacer. Tenía que haberme marchado antes".

El fiscal pide 14 años y medio de prisión para el acusado

Ahora, en el intento de hacer justicia, Delgado, acompañada por su hermana tras la recomendación de los forenses, ha comparecido en la sala para ofrecer un desgarrador testimonio, recordando con nitidez la brutalidad empleada por su expareja. Ella anda despacio ya que las secuelas son permanentes, tanto las psicológicas como las físicas. Por ello, le dieron la incapacidad total.

Tiene trastornos en la memoria y necesita ayuda constante para realizar algunas de las tareas cotidianas. Gracias a su familia y vecinos, y por supuesto a su tremendo coraje, Ana va reconstruyendo poco a poco su nueva vida. Ante el magistrado ha explicado cómo él, en plena paliza, le gritaba "me tienes harto, te voy a matar".

El fiscal pide para Martínez catorce años y medio de prisión y otros diez en libertad vigilada, además de una indemnización de 75.000 euros para la víctima, quien ha subrayado en los micrófonos de Radio Euskadi, antes de la primera sesión, que continúa "con miedo de que me vuelva a hacer daño a mí y a mi familia".

El agresor distorsiona la realidad y señala que fue Ana quien le atacó primero con un espejo. En el juicio le han tenido que enseñar el arma blanca empleada puesto que, supuestamente, no se acuerda de cómo la golpeó con saña y la dejó moribunda, al borde de la muerte. Cabe recordar que el 016, teléfono de atención a las víctimas de violencia de género, no deja rastro en la factura, aunque se tiene que eliminar del registro de llamadas.

Además, el fiscal se ha sorprendido con la frialdad del acusado, quien casi dos años después ha defendido ante el juez que era un hombre maltratado y dominado. En el tiempo que ha permanecido en la cárcel de manera provisional, Santiago Martínez se ha puesto a estudiar psicología.