Tiran los restos de un bebé muerto con 22 días a una fosa común sin avisar a los padres

Héctor, hijo de Sandra y Elías nació en 2015 y, a los pocos días, se contagió de un hongo que terminó arrebatándole la vida. Con solo 22 días de vida, el pequeño falleció y sus padres, que atravesaban un momento económico complicado, tuvieron que recurrir a un entierro benéfico para despedirse de su hijo. Ahí, en el momento más duro de sus vidas, reconocen la ayuda del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

Desde entonces, la pareja visitaba la tumba de su hijo cada año por su aniversario. La sorpresa llegó cuando el pasado 2 de abril descubrieron que "la lápida no estaba puesta y en su lugar había una placa de pladur". Fuimos como cada año a recordar al peque y, para nuestra sorpresa, el nicho estaba vacío. Y los juguetes y otros recuerdos personales que le habíamos dejado estaban en otra sepultura". El padre explica a Ya es Mediodía que cogió una escalera para ver qué había ocurrido y se dio que tras el pladur no había nada y que los restos de su hijo no estaban allí.

A Cementeris de Barcelona no le consta la titularidad del nicho

Los huesos de su bebé están en una fosa común. Los padres denuncian que "nadie les había avisado". Según la familia, cuando se traslada un cuerpo a una fosa común se debe comunicar a sus allegados.

Según Cementiris de Barcelona, "los restos están en la fosa del Cementerio de Montjuïc". Argumentan que el caso se ha gestionado según los protocolos establecidos por la Ordenanza Municipal de Cementerios y que "en los entierros gratuitos, como es el caso, la titularidad del nicho es de Cementerios de Barcelona y que no consta que se haya solicitado la titularidad del nicho durante estos años", según El Español.