El llanto de la concejala de Igualdad en A Guarda al recordar a Vanessa, asesinada por su expareja

Conmoción en A Guarda tras el último crimen machista. Un emotivo minuto de silencio recordaba en su localidad natal a Ana Vanessa, la última mujer asesinada a manos de su expareja en las inmediaciones de un camping de Oia, en la provincia de Pontevedra. Un homenaje al que se han sumado la Delegación del Gobierno y la Xunta de Galicia.

En este nuevo crimen machista había denuncia previa, el juzgado había ordenado medidas cautelares y la Guardia Civil hacía un seguimiento del caso pero, aún así, todo eso no ha sido suficiente para evitar su muerte. La concejala de Igualdad, en el acto de homenaje, no ha podido contener las lágrimas.

Vanessa, como la conocían su entorno, había pedido consejo como víctima de violencia de género al Ayuntamiento de A guarda, donde vivió con su asesino. Este lunes, la responsable de Igualdad se ha roto al recordarla. "Todo nuestro cariño y nuestra fuerza a familia y amigos de Vanessa", ha señalado conmocionada Fátima Rodríguez.

Las denuncias de Vanessa a su expareja, guardia civil en Baiona

La mujer estuvo viviendo en Lugo, en As Gándaras, hasta que denunció a su pareja en noviembre de 2021. Reanudaron la convivencia, pero a primeros del pasado abril, Vanessa volvió a denunciar. Esta vez, por violencia física. Al agresor, agente de la Guardia Civil en Baiona, el juez le puso orden de alejamiento de 300 metros y prohibición de comunicarse con ella.

Vanessa era "una persona muy trabajadora, luchadora"

Vanesa se fue a vivir a A Aguarda y a trabajar en el camping de Oia. "Era una persona muy trabajadora, luchadora", ha indicado Beatriz González, directora del camping O Muíño, donde se produjo el crimen. Hasta 56 veces la Guardia Civil llamó a Vanesa, pasó por su casa, hizo seguimiento del agresor. "No pudo tener esa segunda oportunidad", ha lamentado Antonio Lomba, alcalde de A Guarda.

La Guardia Civil había retirado las armas a su expareja, pero él se hizo con una

Su expareja esperó a Vanessa frente al trabajo, escondido en una furgoneta que no le identificaba. La Guardia Civil le había retirado las armas, pero él se hizo con una escopeta para matarla. Posteriormente, se quitó la vida. "Es una escopeta que podemos decir que es un arma ilegal", ha señalado José Ramón Gómez Besteiro, delegado del Gobierno en Galicia. Vanesa tenía 44 años. Ella se suma a la negra lista de 21 mujeres asesinadas por violencia de género este año.