Suspenden el juicio contra su exmarido, acusado de abusar de sus hijos: "Es un peligro en la calle"
Marisa cuenta que lleva dos años esperando un juicio, que se ha suspendido por la huelga de jueces y que su expareja es un peligro en la calle: "Ni en el punto de encuentro controlaba sus impulsos"
Investigan dos denuncias por agresión sexual a dos menores por parte de una profesora de un colegio de Zaragoza
Marisa y su familia llevaban dos años esperando que llegara este día, sin embargo, el juicio contra su exmarido se ha suspendido. Está acusado de agredir sexualmente a la hija de Marisa y también de su propio hijo, según la denunciante, hasta tuvieron que suspender la visitas en un punto de encuentro porque supuestamente no pudo controlar sus impulsos con otros niños. Ante la suspensión del juicio, la familia ha estallado a la salida del juzgado, insultando e increpando al acusado y pidiendo a la policía que no le dejara en la calle.
La ira de la familia de los niños agredidos
"¡Has violado a mis nietos! ¿Por qué? ¡Qué valiente! ¡Sinvergüenza!", decía la abuela de los pequeños mientras el acusado se iba del juzgado en coche. La guardia civil sostenía a la familia mientras él se iba en coche acelerando a toda velocidad: "¿Dejáis libre a un violador, en la calle?", preguntaba otro de ellos.
La madre de los menores agredidos pide medidas cautelares
En directo en 'Vamos a ver', Marisa nos explicaba que el juicio se ha suspendido por la huelga de jueces, hecho que entiende, pero pide medidas cautelares: "Estoy fatal, estoy desesperada, tengo mucho miedo (...) Que lo pongan en prisión preventiva a espera de juicio, no puede quedar libre".
"No hay derecho", se quejaba Marisa y aseguraba que hasta a la espera del juico había habido problemas: "Dentro del juzgado diciendo cosas, sonriendo... Esta persona es un peligro en la calle, no hay derecho".
Es más, relataba que estaban obligados a llevar a su hijo a un punto de encuentro para que su padre le viera aunque el menor no quisiera y tuvieron que suspenderlo: "De un punto de encuentro lo echaron por centrar su mirada en otras menores, tuvieron que suspender el punto de encuentro".
Marisa nos contaba que todo salió a la luz por lo que le hizo a su hija, pidieron protección para su hijo y, a la espera de tener más informes y revisiones, acudían al punto de encuentro: "Tuvieron que parar esas visitas porque no controlaba ni allí sus impulsos, no hay derecho, está en la calle y ha salido por su propio pie".
"Este tipo de persona tiene hasta protección ¿Y dónde queda la infancia y la privacidad de mis hijos?", se preguntaba Marisa, que cree que la retirada del pasaporte es una medida cautelar insuficiente: "¿Qué medidas toman para que no agreda a otros niños? ¿Solo que no se vaya del país?"
