Abdelhay y Abdelkrim vinieron desde Marruecos a Torre Pacheco hace más de 15 años: "Tenemos que seguir trabajando, no hay otra cosa"

Hace más de una década que Hassan regenta un kebab y nunca había tenido ningún problema hasta ahora, al convertirse en el objetivo del ataques violentos de Torre Pacheco. "Al principio pasaron. Nos dijeron que cerráramos, que hoy no se trabaja", explica. Justo cuando estaba cerrando, los asaltantes entraron y lo destrozaron todo. Él pudo escapar a tiempo por una puerta trasera. "Siento miedo porque hemos conseguido escapar para estar vivos". Informa en el vídeo Jéssica Ruiz.

Como él, Abdelhay y Abdelkrim vinieron desde Marruecos a Torre Pacheco hace más de 15 años. "Vine aquí para empezar de nuevo", cuenta Abdelkrim. Trabajan duro en el campo haciendo el trabajo que no quieren los españoles por ocho euros la hora. "Tenemos que seguir trabajando no hay otra cosa", asegura.

Con un empleo, ellos se han integrado en la sociedad, pero sus hijos, segunda generación de origen inmigrante, no tanto al criarse aquí desde que nacieron. "De niña muy bien, pero una vez que creces si que vas viendo problemas", cuenta una joven. Existe un desarraigo social entre estos jóvenes. No se sienten del todo españoles ni de sus países de origen.

"En su niñez y adolescencia tienen problemas de integración por razones soccio-culturales. Deriva en fracaso escolar, lo que en última instancia provoca un prejuicio a la hora de integrase laboralmente", señala José Pablo Martínez, investigador en dinámicas socioeconómicas de las migraciones del Real Instituto Elcano:

El abandono escolar unido a la falta de oportunidades laborales. "Se crean barrios precarios que lo único que sale de ahí es marginalidad, racismo, pero por un lado y por el otro". Eso acaba generando un caldo de cultivo que puede derivar en problemas de convivencia.