El nuevo modelo de hostelería que apuesta por la conciliación de los camareros: "No es solo trabajar 40 horas, es cómo las trabajas"
Cada vez la hostelería apuesta más por adaptar los horarios y las condiciones de trabajo para la conciliación de los camareros
El salario bruto anual subió en 2024 hasta los 27.558 euros, su nivel más alto desde 2008
El verano es el periodo más intenso para la hostelería y los profesionales son un bien muy preciado y escaso. Consolidar plantillas estables es muy difícil y los empresarios hosteleros de Santiago de Compostela han tomado nota. Varios establecimientos allí han decidido cuidar más a sus trabajadores.
Con el objetivo de que sus trabajadores y trabajadoras puedan conciliar, este restaurante de Santiago lleva 40 años apostando por una filosofía muy clara. Si sus empleados están felices, el negocio funciona. Aquí pagan por encima del convenio, rotan los turnos, respetan los descansos de personal y ofrecen más de un mes de vacaciones. La fórmula es un éxito. Aquí trabajan 47 personas.
La hostelería del no parar, la del pasado va perdiendo trabajadores. Javier Míguez, propietario del 'Restaurante La Bodeguilla': "Las jornadas maratonianas de 10 o 12 horas no te las quitaba nadie". Porque los camareros del presente, buscan un menú del día con mucho más que un sueldo.
Adrián Camarero de La Bodeguilla: "Nos respetan los horarios, pagas extras, fines de semana libres, conciliar". El ingrediente secreto es tener contentos a empleados como Diego que lleva 20 años en el mismo puesto entre fogones. Quedan pocos como él y no se espera la llegada de muchos más. Diego es cocinero en este restaurante: "No hay gente, porque si no disfrutas en este trabajo es que no quieres trabajar en este sector".
Cada vez más propietarios apuestan por la calidad en el trabajo
Fran defiende unas cocinas a fuego lento, donde prime la calidad. Él es encargado Restaurante Nómade: "No es solo trabajar 40 horas, es cómo las trabajas, cuándo las trabajas". Y en su receta ideal no puede faltar el tiempo libre: "Que todo el mundo tenga vida y posibilidad de conciliar". Este modelo que defiende el propietario es una hostelería del futuro que respete tanto a los clientes, como a los dueños y a los propios trabajadores.