Las lágrimas de la mujer que fue rociada con lejía al escuchar por primera vez a su agresor: "Tienen que pagar por lo que nos han hecho"
Exclusiva | Uno de los agresores de Torres de la Alameda confiesa que actuó bajo los efectos de "alguna sustancia"
Tensión entre los vecinos de los detenidos por rociar con lejía a personas vulnerables y un reportero de 'Tardear': "¡Fuera de aquí!"
En Torres de la Alameda, un pueblo situado a 41 kilómetros de Madrid, todos se esperaban el terrible suceso que iba a ocurrir. Ya hace 20 años, Antonio y Carmen denunciaban ataques por parte de personas anónimas. Quizás por su situación de vulnerabilidad, sufrían intentos de agresión como el que han vivido hace apenas unos días cuando dos jóvenes intentaron prender fuego a su vivienda y rocíaron con lejía a la mujer de 80 años.
La confesión del agresor
Los agresores, que fueron captados por la Guardia Civil a través de una cámara oculta, fueron detenidos aunque ya han sido puestos en libertad con medidas cautelares. Diego, uno de ellos, ha hablado en exclusiva con 'Tardear'. "Llevamos semanas sufriendo acoso por parte ellos y ha ocurrido esto", le cuenta al periodista Alejandro Rodríguez admitiendo su "arrepentimiento" por los hechos. "Nos lanzaban cosas, ya no solo a nosotros. Ha habido algún niño al que le han causado lesiones", agrega el joven de 19 años.
El agresor confiesa que tomaron "medidas" después de ver cómo la "luna" de su "coche" estaba "rota". "No tendríamos que haberlo hecho", dice. Diego reconoce que iba "bajo los efectos de alguna sustancia". "Cuando me reventaron la luna de mi coche reventó mi paciencia. Les pedimos perdón, no somos conscientes de lo que hemos hecho", apostilla.
Carmen estaba en directo escuchando todo lo que decía su agresor, quién llegó a perseguirla lanzándole ataques. La mujer no podía evitar las lágrimas al oír a Diego. "¿Por qué nos has hecho esto? No te conozco de nada, por favor...", decía muy emocionada. Antonio, su hijo, ha querido aclarar que en ningún momento fueron ellos los que empezaron este conflicto vecinal. "Si él dice que le pudo romper la luna del coche, cosa que no es así, si pude ser y yo alomejor no lo recuerde, pudo ser cuando pasó por mi calle. Yo dí un golpe porque él quería atropellar a mi madre", comparte. "Tenen que pagar por lo que nos han hecho", pide su madre.