El consumo de alcohol entre los jóvenes se encuentra en mínimos históricos
Así lo detalla la Fundación Alcohol y Sociedad en su gala de 25 aniversario
Casi 3 millones de jóvenes se han formado durante estos 25 años con los programas preventivos
El consumo de alcohol en menores se encuentra en sus mínimos históricos. Así lo ha afirmado la Fundación Alcohol y Sociedad en su gala de 25 aniversario, donde ha destacado la importancia de la divulgación y la prevención para lograr estos resultados. Un hito que consolida el trabajo desarrollado durante décadas.
Silvia Jato, directora de Relaciones Institucionales de la Fundación, ha explicado que “si estamos hoy aquí es precisamente para celebrar el trabajo de todos estos 25 años, que al final la educación es un éxito, que la educación funciona”. Sus palabras subrayan el papel clave de los programas formativos aplicados en centros educativos y familias.
Avance histórico en la salud de los menores
A principios de este siglo, el consumo de alcohol estaba completamente normalizado entre los jóvenes, que además reconocían no conocer los riesgos asociados. Ese contexto evidenció la necesidad de impulsar iniciativas que ayudaran a generar un cambio real y sostenido en el tiempo.
La Ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, ha detallado que “la educación no solo transmite conocimientos, también ayuda a formar ciudadanos libres, responsables y conscientes de las consecuencias además de sus decisiones. Sabemos que prevenir es educar y que educar es cuidar”. Un mensaje que refuerza la importancia de invertir en información clara y accesible.
Uno de los mayores retos sigue siendo cómo abordar esta conversación dentro del hogar. Sobre este aspecto se centra el documental “Menores y Alcohol. Una conversación pendiente”, creado para ofrecer orientación a familias y facilitar un diálogo temprano y seguro.
Comunicación directa
“Para mi la comunicación es fundamental, puesto que sin comunicación va a ser difícil abordar ciertos temas, vamos a postergarlos y quizá van a venir problemas futuros peores.”, explica Isabel Aboy, destacando el papel esencial del diálogo familiar en la prevención.
Datos como estos demuestran que educar es la herramienta más eficaz para que las futuras generaciones continúen reduciendo el consumo de alcohol. Un trabajo conjunto que requiere constancia, apoyo institucional y la implicación de toda la sociedad.