El hombre que mató a un ladrón por robarle el móvil en Lanzarote confiesa que esperaba una llamada importante y le apuñaló en la cabeza
El hombre que mató al ladrón que le robó el móvil, confiesa en el juicio que esperaba una llamada muy importante
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Manuel Esteban Montoro, un jubilado de 69 años y que mató a un hombre que le robó el móvil. Los hechos ocurrieron el 27 de julio de 2023, cuando estaba paseando por las calles de Playa Blanca de Lanzarote y un ladrón le abordó y consiguió quitarle el teléfono. No era la primera vez que pasaba y ese día, estaba esperando una llamada importante del hospital para para poder darle una fecha de una operación que se tenía que realizar.
Fue atracado al medio día y, horas más tarde, volvió a salir a la calle con un cuchillo pequeño que utilizaba para cortar pan o pelar la fruta. Se volvió a encontrar con el hombre que le había robado el móvil, perdió los papeles y utilizó ese cuchillo para agredirle hasta en tres ocasiones, provocando su muerte inmediata. Dos años después ha declarado en el juicio por este asesinato confesando que no quiso hacerlo. “Yo nunca he hecho daño a nadie y siempre he evitado los problemas, pero eso me superó”.
Un juicio que ha tenido lugar en la Audiencia Provincial de Las Palmas y en el que el agresor ha confesado estar arrepentido y cargar con ello desde entonces. Desde que dio comienzo la instrucción ha mantenido este remordimiento, el cual le ha permitido llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y con la acusación particular, quien quiere pedir una pena de 10 años de cárcel por un delito de homicidio, según ha confirmado medios como ‘La Provincia’.
Así sucedieron los hechos
El acusado ha contado que la víctima le ofreció comprarle una caravana que había puesto en venta para poder pagarse un viaje a Las Palmas de Gran Canaria, donde se encuentra su familia. Reconoció que no quiso acceder a la venta porque le ofreció muy poco dinero, y que incluso le “ofreció droga”. Cuando le quitó el teléfono se lo guardó en la mochila y le reclamó en varias ocasiones que se lo devolviese, pero la víctima se negó y se fue. "Me lo han robado un montón de veces, diferentes personas, y yo le supliqué en repetidas ocasiones.
Ese mismo día, por la tarde, se volvieron a cruzar en otra calle de la ciudad por casualidad, donde estaba el acusado en unas casetas acompañado de otras personas y se empezaron a burlar de él, según ha relatado delante de los jueces. Esta situación le produjo mucho enfado y se acercó hasta donde se encontraba el hombre que le había robado el teléfono y le pidió de nuevo que se lo devolviese, diciéndole que estaba incomunicado de su familia y que además esperaba una llamada muy importante del hospital.
Las suplicas no causaron ninguna respuesta por parte de la víctima, sino que continuó riéndose de él, entonces el acusado se enfadó y dice que “perdió la razón”. En la Audiencia ha reconocido que le propinó hasta tres puñaladas con el cuchillo que tenía en su bolsillo en el lóbulo izquierdo, en el pecho y en el abdomen, lo que le hizo perder la vida de inmediatamente.