Los especialistas, sobre la sedación intravenosa que se le suministró a la niña de Alzira: "Cada vez está más indicado su uso"
Es obligatorio que la realice un anestesista colegiado y que el local tenga licencia para administrarla
El tratamiento dental tras el que murió una niña en Alzira fue realizado por una odontóloga y un médico colegiados
Continúa la investigación en el caso de la clínica dental de Alzira en la que murió una niña de seis años. Los agentes tratan de averiguar si la anestesia utilizada estaba alterada o contaminada. La otra menor, la de cuatro años que también fue sedada el mismo día, ha salido de la UCI. Este un caso que ha despertado muchas dudas, sobre todo, de si es realmente necesaria una sedación intravenosa en tratamientos odontológicos y si se les debe administrar a los niños.
Una sedación intravenosa como la que se le suministró presuntamente a la niña fallecida se utiliza en determinadas situaciones. "Niños miedosos o personas mayores con ansiedad, niños con necesidades especiales. Cada vez está más indicada el uso de anestesias de sedación", explica el doctor Miguel Hernández, presidente de la Sociedad Española de Odontopediatría SEOP.
Es obligatorio que la realice un anestesista colegiado y en este caso así fue. Pero también se requiere un permiso especial de la clínica y este centro no tendría esta licencia. Tanto el anestesista como la odontóloga de la clínica ya han declarado ante la Policía, que analiza la trazabilidad del fármaco utilizado.
"Por vía intravenosa para hacer sedaciones solo se pueden utilizar tres fármacos: Benzodiazepina, ketamina y Propofol. El Propofol es el que con más probabilidad puede provocar paradas respiratorias", señala Vicente Domingo, presidente de la Sociedad Valenciana de Anestesiología
La vida de estos medicamentos es muy corta y sus efectos secundarios son inmediatos. "La parada cardiorrespiratoria que se produjo fue cuando ya se había dado de alta a la niña. Normalmente no hay que dar el alta hasta que estos problemas se han solucionado completamente", concluye Domingo. La investigación se centra en la cadena de suministro y conservación del fármaco, para averiguar si fue un fallo de fabricación o contaminación.