Confirmado un nuevo jabalí muerto por peste porcina africana dentro del radio del primer foco, elevando a 27 los casos detectados
El Ministerio ha añadido que se han analizado 193 cadáveres de jabalíes encontrados muertos en un radio de 20 kilómetros alrededor del primer foco que han sido negativos de la enfermedad
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El Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid) ha confirmado un nuevo positivo al virus de la peste porcina africana (PPA) en un jabalí abatido dentro del radio de seis kilómetros en torno al primer foco, lo que eleva a 27 el número total de casos detectados, según ha informado este viernes el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
El Ministerio ha detallado que, de forma paralela, se han analizado 193 cadáveres de jabalíes encontrados muertos en un radio de 20 kilómetros alrededor del primer foco, todos ellos con resultado negativo a la enfermedad.
Desde Agricultura subrayan que estos resultados son consecuencia del “intenso trabajo de campo” que se está llevando a cabo en la zona afectada. Un operativo en el que participan de forma coordinada los Agents Rurals, la Unidad Militar de Emergencias (UME), los Mossos d’Esquadra, el Seprona de la Guardia Civil y la Policía local.
Tanto el Gobierno como la Generalitat han insistido en la necesidad de mantener un alto nivel de alerta, reforzando las medidas de bioseguridad tanto en las explotaciones porcinas como en el control de las poblaciones de jabalíes silvestres, consideradas un vector clave de transmisión.
En paralelo, el Govern ha informado este viernes de que prevé publicar entre el lunes y el martes la auditoría sobre el Irta-CReSA, elaborada por un grupo de expertos. Una auditoría que se produce mientras sigue pendiente la secuenciación de los virus almacenados y con los que se trabaja en el centro, un proceso que se está realizando precisamente en el laboratorio de Algete.
Las autoridades sanitarias mantienen activados los protocolos de vigilancia para evitar la propagación de una enfermedad que, aunque no afecta a los humanos, tiene un alto impacto económico y sanitario en el sector porcino.