¿Por qué han absuelto al profesor de Primaria si las alumnas dicen que las tocaba el trasero y las besaba?

  • Las alumnas dicen que les daba besos en las mejillas y en las manos

  • La sentencia contra el magistrado recoge el testimonio de las cuatro niñas denunciantes, de entre 11 y 12 años, a los que da total credibilidad y que el propio sujeto reconoció

  • Los jueces consideran que ninguno de los tocamientos fue en partes sexuales o erógenas y las palmadas en el culo eran un toque, pequeño, flojito y sin hacer daño

La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto de un delito de abusos sexuales a menores a un profesor de sexto de Primaria de un colegio madrileño al entender que los actos descritos por las niñas en el juicio "no tienen un inequívoco contenido o sesgo sexual".

Por ello, los magistrados no han "llegado a la certidumbre de que el acusado los realizara con el fin de satisfacer apetencias sexuales". Así consta en una sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, en la que los magistrados acuerdan exonerar al docente. El letrado que lleva a dos de las familias estudia por ahora un posible recurso para impugnar la absolución, según ha señalado a Europa Press.

Les daba palmadas en el trasero de forma cariñosa sin ánimo sexual

En el juicio, celebrado a puerta cerrada el pasado septiembre, el ahora absuelto se limitó a pedir perdón a las familias. Ante el juez instructor, reconoció haber realizado "nalgadas" a las menores en un contexto de acercamiento cariñoso dentro del ámbito escolar pero sin ánimo libidinoso.

Los actos narrados por las menores eran efectuados por el acusado en la clase o en el patio, en presencia de otros alumnos. Ninguno de los tocamientos se realizó sobre los órganos sexuales o partes erógenas de las menores, en sus zonas vaginal o pectoral, sino sobre las manos, pelo, espalda, cintura o piernas. Los besos los daba en las mejillas y manos. En los susurros decía palabras inocuas (...), sin introducir ningún matiz de carácter sexual -que tampoco se aprecia en la frase 'tú puedes romper los corazones que quieras', dicha por L.-. Las palmadas en el culo consistían en un toque, por encima de la ropa, pequeño, flojito, que no hacía daño, amigable, que iba acompañado de la expresión 'venga, tira', para que se moviese».

"Si los actos no se presentan como de inequívoco contenido sexual es habitual, para acreditar tal carácter, atender al ánimo del autor, ya que ese ánimo sirve para constatar la naturaleza sexual del comportamiento", recoge el fallo judicial. Agrega que dicho extremo que en caso alguno ha quedado acreditado a lo largo del juicio "ante la insuficiencia de las circunstancias objetivas del tocamiento perpetrado para explicar por sí solas su carácter sexual".

Dan credibilidad a los actos de las niñas

El tribunal da por buenos los testimonios de las niñas. La primera de ellas "dijo con carácter genérico que les daba en el culo, les obligaba a abrazarle, a darle besos y a sentarse en sus piernas para hacer preguntas. Un día, el profesor abrió los brazos para abrazarla, pero, como llegaban a las paredes y no me dejaba pasar, me colé entre sus piernas, sin que al final llegara a abrazarme". En una ocasión que no quiso sentarse en su pierna, él se quejó así: "Pues me enfado y no respiro".

La segunda alumna alude a que el docente le hacía "masajes y cosquillas en la espalda, por debajo de la camiseta", besos en la cara, "contarle secretos a la oreja, como las notas, sin decir guarrerías" y que, como ella no quería sentarse sobre él, en una ocasión "le tocó la pierna". Y relata más golpes en las nalgas. "Creía que lo hacía para hacerme sentir más cómoda".

La tercera niña repite situaciones como las anteriores y reconoce que el profesor era "muy empalagoso y raro. En alguna ocasión, cuando estaba sentada sobre su pierna, sacaba el polo de la falda y le pasaba el dedo por la cintura", recoge la sentencia.

La cuarta niña dijo "era un profesor muy bueno, simpático y amigable, no se podía hablar normal con él porque le mandaba sentarse en su regazo o, por la mañana, al saludarle, le besaba la mano".

Los padres recopilaron hasta 15 actos que se repetían en el trato con las niñas. El fiscal pedía 16 años de cárcel por cuatro delitos de abusos sexuales continuados a menores, 5 años sin poder trabajar con niños, una orden de alejamiento de 200 metros durante 5 años y de incomunicación con estas niñas de 10 años. Finalmente ha quedado absuelto aunque se puede apelar. El tribunal no ha visto interés sexual en los actores descritos.