Todo sucedió tras una discusión entre la pareja, residente en Aranjuez, Madrid, y como en tantos casos, los vecinos aseguran que, pese a haber oído alguna discusión entre ambos, jamás imaginaban que Juan, un funcionario de prisiones de 50 años, pudiese llegar a manifestar una conducta tan deleznable y violenta. No había ningún antecedente por maltrato ni ninguna denuncia previa ante la policía, ni se había solicitado asistencia en el Punto Local del Observatorio Regional Contra la Violencia de Género.
Sin embargo, Juan ha estado a punto de matar a su mujer y, en su intento, casi acaba con la vida de su hijo, que viendo que su progenitor portaba un arma blanca en el momento de los hechos, no dudó en interponerse.
Cuando las ambulancias llegaron al lugar, la madre, Sagrario, de 52 años, estaba herida leve y presentaba cortes en la cara. Fue ella quien contó a los sanitarios el comportamiento heroico de su hijo, que se encontraba medio muerto en su domicilio.
Afortunadamente, y a pesar de la gravedad de las heridas, la vida de Guillermo, que hoy ha logrado que su madre no sea otra víctima mortal de la violencia machista, no corre peligro.
Tras los hechos, el padre ha sido detenido por la Policía Nacional.