Una bebé de trece meses quedó encerrada "accidentalmente" en el interior del coche familiar. El vehículo estaba estacionado al sol por lo que la abuela se asustó y rápidamente llamó a la policía para que intentarán sacar a la pequeña.
El suceso ocurrió cuando la pequeña, en un descuido de su abuela, se apoderó de las llaves del vehículo y activó el cierre en el momento en el que la mujer se había bajado de él. La bebé comenzó a llorar y a ponerse sofocada debido a que el coche estaba estacionado en pleno sol.
Cuando llegaron los agentes, la mujer continuaba intentando abrir el vehículo para poder salvar a su nieta. Los policías decidieron romper la ventanilla del conductor para no dañar al bebé y pudieron coger a la pequeña después de 30 minutos encerrada.