Boris Revollo, epidemiólogo: "Un beso en una discoteca es inevitable, hacen falta test de antígenos"

  • "Si dos personas tienen un test de antígenos negativo, probablemente se estén dando un beso con toda seguridad", incide el experto

  • Defiende la estretegia del 'queso Brugge': diferentes capas de protección (test, mascarillas, ventilación) para evitar la transmisión del virus

  • Insiste en que las discotecas no deben abrir sin cribados hasta no haber alcanzado el 70 % de población vacunada

En pleno auge de los botellones tras la caída del toque de queda y con el verano a la vuelta de la esquina, la reapertura de los locales de ocio nocturno vuelve a estar a debate. Las aglomeraciones de jóvenes bebiendo y compartiendo alcohol sin mascarilla dan alas a las patronales, que reclaman la vuelta del sector para evitar las fiestas ilegales; por su parte, el Ministerio de Sanidad sigue sin revocar la orden ministerial que mantiene el sector cerrado.

Mientras tanto, la comunidad científica mira con recelo la posibilidad de que las discotecas vuelvan a acoger a multitudes de personas en un espacio cerrado para bailar y cantar, sin distancia social y con música y alcohol de por medio, y advierten de que se debe hacer de manera adecuada.

De hecho, el doctor Boris Revollo, médico especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol, es consciente de que es imposible evitar la socialización en estos locales: "Un beso en una discoteca es inevitable, hacen falta test de antígenos", en palabras del también investigador de la Fundación Lucha Contra el Sida, que participó en la prueba piloto del concierto del Palau Sant Jordi con 5.000 asistentes.

Pregunta: ¿Es posible la vuelta a las discotecas sin distancia social y con seguridad?

Respuesta: Tras la experiencia de las pruebas piloto de la Sala Apolo y del Palau Sant Jordi, hemos podido identificar algunos puntos en los que incidir para conseguir un ambiente seguro frente al coronavirus. Como hacer un cribado con test de antígenos a todos los asistentes el mismo día, tener un control del recambio de aire del interior, el uso obligatorio de mascarillas de protección FFP2, el control de puntos críticos donde puede haber un gran aforo de personas, la dispensación de gel hidroalcohólico en distintos puntos… Así, podría no haber distancia social en el interior.

P: Una vez más, la solución pasa por los test de antígenos…

R: Sí, porque si el test es negativo, solo entrarán las personas que tienen una altísima probabilidad de no contagiar el virus, pero es igual de necesario el uso de mascarillas en una pista de baile porque ahí disminuye la distancia social, los asistentes cantan, etc.

Es lo que conocemos como la estrategia del 'queso Brugge': aplicar múltiples estrategias para evitar la transmisión del virus. Primero, un test de antígenos, y si algún contagiador se escapa del test, tenemos una segunda capa de protección: la mascarilla. Y si también aplicamos un control del recambio de aire, estaríamos aplicando varias estrategias. En definitiva, los asistentes pueden no respetar la distancia social pero siempre deben llevar mascarilla.

P: ¿Y para beber y comer?

R: Debe haber un espacio en el que puedan estar sin mascarilla para ello. Ahí no estarían cantando y, por tanto, no asumirían un factor de riesgo adicional porque estarían cribadas con un test de antígenos previamente.

Se debería controlar el número de personas que acceden a los lavabos

P: ¿Qué hay de los lavabos? ¿Es uno de los espacios problemáticos?

R: Sí, porque son lugares donde la gente se puede acumular y puede tener tendencia a quitarse la mascarilla, en un sitio que puede no estar igual de bien ventilado. Por eso, se debería controlar el número de personas que acceden a los lavabos. Lo ideal sería decir establecer un número máximo de personas para evitar aglomeraciones.

P: Siguiendo estas medidas, ¿habría riesgo cero de contagiarse en una discoteca?

R: En medicina no existe el riesgo cero en nada. Pero sería extremadamente bajo con estas medidas.

P: En una discoteca, la socialización puede ir desde hablar y bailar sin distancia hasta darse besos sin llevar mascarilla. ¿Esto último es algo que se deba evitar?

R: Yo creo que un beso es algo inevitable en una discoteca. No veo ninguna forma de evitar que dos personas que se gusten se den un beso en una discoteca. De todas formas, si son dos personas que se gustan y tienen un test de antígenos negativo antes de besarse, probablemente se estén dando un beso con toda seguridad.

P: ¿Los locales de ocio nocturno pueden reabrir sin practicar test de antígenos?

R: Mientras no tengamos el 70 % o más de la población vacunada, sin una estrategia adicional de seguridad como los test de antígenos no podríamos abrir las discotecas con el aforo habitual. Así que, o vacunamos a todos y llegamos al porcentaje adecuado o implementamos una estrategia de seguridad adicional para ello.

Que la gente se mezcle en una discoteca es algo natural, por eso es necesario practicar test y llevar mascarilla en ellas

P: Ya vimos las imágenes que dejó la desescalada del verano pasado, con imágenes de descontrol en las discotecas, que trataban de mantener grupos separados, sin éxito… ¿Cree que se repetirán este año?

R: Que la gente se mezcle en una discoteca es algo natural porque una discoteca no está hecha para tener distintos grupos. Por eso es necesario practicar test y llevar mascarilla en ellas. Y tenemos que intentar concienciar a la población. Estamos yendo por un buen camino, estamos viendo poco a poco la salida a esta crisis. Necesitamos paciencia, mantener algunas normas aunque sea en este año.