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Este verano, una mujer de unos treinta años que había permanecido en Pulau Weh, una isla tropical en Sumatra Occidental (Indonesia), durante 16 meses, regresó a su ciudad natal en la provincia de Vicenza, en el Véneto italiano, el 27 de julio de 2020. En ese momento, la mujer no sabía que sería la pieza clave del primer brote de dengue autóctono registrado en Italia.
Antes de llegar a Italia, la mujer había hecho una escala de cuatro días en Yakarta. Una vez en su país, se quedó en casa durante 14 días para cumplir la cuarentena por el coronavirus (COVID-19) impuesta por el gobierno italiano a los viajeros procedentes de lugares fuera de la Unión Europea (UE). Era un regreso feliz, pero casi de inmediato las cosas se complicaron.
Tres días después de su vuelta, la mujer empezó a tener fiebre (38 °C), malestar, dolor de espalda y picor en los miembros superiores. Pero la prueba que se hizo de inmediato para detectar el ARN del coronavirus SARS-CoV-2 que origina la Covid19 resultó negativo.
Los síntomas clínicos se resolvieron en 4 días, pero el dengue puede llegar a ser mortal sin tratamiento médico.. Todo parecía en orden, pero entre el 16 y el 18 de agosto, cinco de sus siete contactos domésticos comenzaron a tener síntomas de fiebre (> 38 ° C), malestar, dolor de cabeza y picazón en las extremidades superiores. Los contactos incluyeron a una mujer y un hombre de cincuenta años (caso 2 y caso 3, respectivamente), dos hombres de veinte años y un niño en edad preescolar (casos 4, 5 y 6, respectivamente). Días más tarde, todos dieron positivo en dengue. Acababa de ser detectado el primer brote de dengue autóctono en Italia. El dengue no se contagia entre humanos, pero los mosquitos pueden llevar la infección de unos a otros.
Los virus del dengue generalmente se transmiten en áreas tropicales por mosquitos del género Aedes, principalmente por Aedes aegypti y secundariamente por Aedes albopictus (mosquito tigre). En Europa, el dengue es casi siempre importado de países endémicos y solo se han notificado unos pocos casos autóctonos y brotes muy limitados.
Entre 2010 y 2019, han sido notificados unos pocos casos autóctonos de dengue en Europa. En 2010 en Francia y Croacia, en 2012 en Madeira (Portugal), en Francia en 2013, 2014, 2015, 2018, 2019 y de España en 2018 y 2019. Estos casos fueron causados por los virus del dengue tipo 1 (DENV-1) y tipo 2 DENV-2.
En agosto y septiembre de 2015 ocurrió uno de los brotes más importantes cuándo se detectaron siete casos autóctonos de virus del dengue tipo 1 (DENV-1) en Nîmes, en el sur de Francia. El brote ocurrió del 8 de agosto al 11 de septiembre en un área de 300 metrosde radio y se identificó como caso primario uno importado de la Polinesia Francesa con inicio de fiebre el 4 de julio.
El 16 de septiembre de 2019, la Agencia Catalana de Salud Pública confirmó un caso autóctono de dengue en una residente de la comarca de Barcelona. La paciente fue una mujer adulta que presentó repentino malestar general, fiebre alta, dolor de cabeza y erupción el 6 de septiembre de 2019.
La mujer no había reportado ningún viaje fuera de España durante los dos últimos años por lo que, tras la detección de este caso autóctono de dengue, se activó el protocolo de vigilancia y control de los arbovirus transmitidos por mosquitos.
La respuesta está en el mosquito Aedes albopictus (mosquito tigre) que es vector de la enfermedad. El mosquito tigre es una especie invasora procedente de las selvas tropicales del sudeste asiático que llegó a Europa en 1979.
Albania fue el primer país europeo dónde se localizó, introducido probablemente desde China. Desde allí llegó a Italia a principios de la década de 1990 a través del comercio de neumáticos usados. En algunas regiones parece que la distribución del mosquito se ha realizado a través de productos de jardinería como el “bambú de la suerte” o Lucky bamboo (Dracaena sanderiana).
En España, el mosquito fue localizado por primera vez en 2004 en Cataluña y un año después en la Comunidad Valenciana. En la actualidad se encuentra distribuido en toda cuenca mediterránea de la Península Ibérica, Aragón, País Vasco, así como en las islas de Mallorca, Menorca e Ibiza.
La expansión del vector en Europa ha sido impulsada por el comercio mundial y los viajes entre regiones climáticamente similares, pero también se ha visto facilitada aún más por el cambio climático, ya que los patrones alterados de calentamiento y precipitación podría haber aumentar el número de nichos adecuados para el vector.
Los mosquitos suelen picar al atardecer y al amanecer, momentos en los que las hembras se desplazan para buscar hospedadores, pero si por error, ignorancia o imprudencia nos metemos en terrenos de cría, las personas pueden ser atacadas por las hembras en cualquier hora del día.
Además del dengue, el mosquito tiene capacidad para transmitir enfermedades de alto impacto sanitario como la fiebre amarilla, el Chikungunya o el Zika. Además, es vector potencial de otras enfermedades importantes ocasionadas por arbovirus como West Nile, encefalitis de Sant Louis, LaCrosse, encefalitis japonesa, Cache Valley, Sindbis, Mayaro, Potosí, Keystone, Oropuche, fiebre del Valle del Rift, San Angelo, Trivitattus, Rio Ross, Tensaw, Tahyna, Batai, encefalitis equina del Este, encefalitis equina del Oeste y encefalitis equina venezolana. Asimismo, es vector de Dirofilaria immitis y Dirofilaria repens que son la causa de dirofilariosis en perros y humanos.
Para atajar la expansión y los problemas que causa el mosquito tigre, en el verano del año 2013 surgió en España una iniciativa pionera de ciencia ciudadana denominada Atrapa el tigre (https://atrapaeltigre.com/) que pretende construir el primer mapa participativo del mosquito tigre en España. Del mismo modo, la app Mosquito Alert es una plataforma de ciencia ciudadana que persigue el objetivo de unir ciudadanos, científicos y gestores en la lucha contra los mosquitos que transmiten enfermedades.
Los primeros casos de dengue autóctono en Italia deben ponernos alerta ya que existen las condiciones para que puedan aparecer nuevos brotes autóctonos de la enfermedad en nuestro país, así es que como dice el refranero “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”.