Caída en picado de casos en Sudáfrica, Dinamarca y Noruega: "Ómicron podría no ser muy duradera"

  • Los tres países son un reflejo de lo que podrían esperar el resto en las próximas semanas, cuando se alcance el pico: crestas afiladas donde enseguida los casos empiezan a caer

El planeta está viviendo tasas de infecciones como no se habían visto antes. La escalada de casos crece casi en vertical. Ómicron ha desbaratado todas las previsiones, incluida en España, donde se baten récords de contagios cada día, a pesar de que la mayoría se cursan de manera muy leve.

Este crecimiento exponencial de infecciones, sin embargo, no puede continuar para siempre. Los expertos coinciden en que cuanto más rápido sube una ola, antes alcanza el pico y más rápido baja.

En Sudáfrica, donde se descubrió por primera vez ómicron, la curva está cayendo igual de rápido que subió. Allí, sobre el 20 de noviembre, los casos comenzaron a ascender de forma exponencial. 27 días más tarde, el 17 de diciembre, se alcanzaba el pico y de ahí comenzaba a bajar con la misma velocidad que subió.

En Dinamarca, el segundo país con más casos de omicron por detrás del Reino Unido, la curva emprendió su escalada a finales de septiembre de manera moderada. Pero fue a partir del 5 de diciembre, probablemente tras la llegada de ómicron al país, cuando empezó a crecer casi de forma vertical. Sólo 15 días más tarde, alcanzaba el pico e iniciaba la caída libre de casos.

En Noruega, misma situación. Allí también han tocado techo los contagios esta semana. Si bien nunca el número de infecciones ha alcanzado las cifras de Sudáfrica y Dinamarca, su cresta es tan picuda como la de ellos, con una bajada completamente en vertical.

Los tres países son un reflejo de lo que podrían esperar el resto en las próximas semanas, cuando se alcance el pico: crestas afiladas donde enseguida los casos empiezan a caer. "Las caídas de estos países pueden explicar que la duración de esta variante ómicron parece que no es muy duradera. Es lo que aparenta. Habrá que seguir muy pendiente de ello y valorar en función de su evolución qué medidas tomar. Pero, en principio, parece que es una buena noticia el hecho de que la bajada sea tan puntiaguda como la subida y que los casos que se hayan visto hasta ahora hayan sido leves", subraya el investigador del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada y profesor alud Pública, Joan Carles March.

"Ha pasado en otras olas, cuando hay crecimientos muchos más altos y agudos, que no son sostenidos en el tiempo, terminan bajando deprisa", insiste el epidemiólogo Pedro Gullón. "Eso es porque cada ola produce una 'pseudo inmunidad de grupo'. Si una persona tiene contacto normalmente con 10 personas en su día a día y esas 10 personas ya se han contagiado, se corta la cadena de transmisión y provoca que la ola baje", explica.

¿Los últimos coletazos?

Con este panorama por delante hay expertos que empiezan a apuntar que podríamos estar en los últimos coletazos antes del final de la pandemia. "A veces, un fuego puede arder muy rápido pero luego apagarse", señala David Ho, virólogo y profesor de la Universidad de Columbia.

"Cuándo terminará la pandemia es una pregunta muy difícil, no creo que en ningún momento deje de haber contagios", asegura Gullón. "Seguramente, tengamos una enfermedad que seguirá circulando a diferentes niveles y que genere mucho menos impacto", señala.

La altísima tasa de transmisión de ómicron podría acabar ayudando a combatir las siguientes variantes gracias a la cantidad de personas inmunes –gente con la pauta completa que además ha pasado la enfermedad- que habrá al final de esta ola.

Aun así, esto es todavía una teoría "especulativa", como señala Ho, basada en cómo actúan la mayoría de los virus, pero con el SARS-CoV-2 ya nadie se fía después de que haya dado algunos cuantos giros impredecibles en los últimos dos años.

"Sería bueno pensar que lo que ha pasado en países como Sudáfrica o Dinamarca pasen también en España y en otros países europeos", indica March. "Podría pensarse que esta historia de la variante ómicron podría ser el inicio del final. A pesar de que el número de contagios es muy elevado, podríamos estar ante una variante que está bajando su intensidad", añade.

El futuro de la pandemia es todavía incierto, a pesar de que la mayoría de los expertos coinciden en que el SARS-CoV-2 acabará convirtiéndose en una enfermedad mucho más leve que la covid y potencialmente estacional. Lo que desconocemos es cuándo ocurrirá esto.