Del coste a los trámites: cómo adoptar un perro de una protectora

  • Adoptar una mascota es una decisión que debes tener muy clara: se trata de un compromiso muy a largo plazo

  • Existen protectoras, albergues... que ofrecen perros en adopción, siempre cumpliendo ciertos protocolos y requisitos

  • En algunos casos es posible acoger temporalmente al animal para medir vuestra afinidad antes de decidir

Si estás planteándote aumentar familia con una mascota y el animal elegido es un perro, nada mejor que acudir a una protectora y optar por la adopción: así podrás ofrecer tu cariño, protección y atención a un ser sintiente que realmente lo necesita. Eso sí, hay que tener presente que se trata de un compromiso muy a largo plazo y que, por tanto, es importante tener muy clara la decisión antes de dar el paso. Una vez aclarada cualquier duda, deberás informarte sobre el proceso que deberás seguir: como en cualquier otro proceso, es necesario cumplir con ciertos pasos y requisitos. ¿Cómo adoptar un perro de una protectora? ¿Qué pasos tendrás que seguir para conseguirlo?

Cómo adoptar un perro de una protectora

Centrándonos en el proceso para adoptar a un perro, lo primero de todo es algo tan básico como tener clara tu decisión: necesitarás dedicarle tiempo y cariño a este nuevo miembro de la familia y tener muy en cuenta que tus rutinas cambiarán, que tu ocio puede verse comprometido y que tendrás que desembolsar cierta cantidad de dinero para garantizar su bienestar y salud. Los paseos diarios, la rutina de cuidados, la vacunación, el espacio de juego... se prolongarán durante toda su vida, y ésta suele rondar los 10 años.

Si lo tienes claro y quieres comprometerte a adoptar a una mascota, el siguiente paso es movilizarte para dar con un lugar en el que puedas tramitar la adopción, conociendo cuáles son los pasos y requisitos para hacerlo. En la actualidad existen muchísimas protectoras, refugios, albergues, asociaciones... sobre todo a nivel local, en las que se trabaja para buscar familias de adopción, y con las que puedes colaborar de forma voluntaria si eres un amante de los animales.

Una vez elegida tu protectora, lo mejor es realizar una visita al centro para conocer de primera mano cuál es el proceso y conocer a las personas con las que tratarás durante este camino. Así podrás, además, conocer a los perros y recibir un asesoramiento más personalizado. Tal y como recuerda Purina, muchas protectoras ofrecen la posibilidad de pasear al perro elegido o acogerlo temporalmente antes de formalizar la adopción. Así podrás valorar antes vuestra afinidad.

Además, debes tener en cuenta que la adopción tiene un coste y que éste tendrá que ver con la edad del animal. Normalmente el precio medio ronda los 180 euros para los cachorros menores de 4 meses y los 100 en el caso de los adultos de hasta 7 años. Cuando el perro tenga más de 10 años, lo normal será que se ofrezca de forma gratuita.

Se trata de gastos que van destinados principalmente a cubrir los costes de asistencia veterinaria, vacunación... recibida por el animal hasta la fecha de adopción. Los primeros meses de vida del cachorro son los más 'caros' y, en cualquier caso, al adoptar a tu mascota recibirás su cartilla de vacunas al día, y lo recibirás esterilizado si es adulto, desparasitado y con microchip.

Una vez tengas claro cuál es el perro que vas a adoptar, comenzará el protocolo del centro de adopción, mediante el que la entidad elegida se asegurará de que cumples con los requisitos necesarios para dar una buena vida a tu futura mascota:

  • Se realizará un cuestionario para validar tus actitudes y predisposición a la adopción.
  • Visitarán tu casa para establecer un contacto personal y confirmar que el entorno en el que vivirá el perro adoptado será positivo para su bienestar.
  • Por último, deberás firmar el contrato de adopción antes de la entrega. En él se fijan tus compromisos y responsabilidades, así como los de la protectora.
  • Ya solo falta el pago de la suma acordada y entrega del perro.

Por último, es posible que la protectora realice un seguimiento durante los primeros días de convivencia, sobre todo de cara a asegurarse tanto de que se cumplan los requisitos de adopción como para ofrecerte información útil sobre el animal que facilite la adaptación mutua.