Cómo elegir un secador de pelo y evitar el estrés térmico

  • El tipo de pelo, los hábitos de peinado... muchos factores influyen a la hora de elegir el secador perfecto

  • El llamado estrés térmico puede evitarse o reducirse gracias a estos aparatos

  • Los WATT, el tipo de motor y la potencia del aire son claves en un secador

Los hay profesionales, de gama media, limitados en sus prestaciones e incluso directamente peligrosos: elegir un secador de pelo no es tarea fácil y dependerá de distintos parámetros, así como de los gustos del consumidor, de su tipo de pelo, de cómo le guste moldearlo... Si estás buscando el secador de pelo , toma nota de estos consejos para contar con toda la información que necesitas antes de dar el paso.

Cómo elegir un secador de pelo: cosas que tener en cuenta

Elegir un secador de pelo a tu medida dependerá de distintos factores y de tus necesidades concretas. Puede que no merezca la pena que inviertas en un modelo profesional si no haces nada especial con tu pelo, si no tienes una gran cantidad de cabello (y, por tanto necesitas no necesitas una gran potencia para evitar perder demasiado tiempo en esta tarea) o si, simplemente, esta no es tu prioridad en la vida.

Con todo, se suele recomendar no traspasar unos estándares mínimos: una potencia superior a 1.800 vatios, un regulador de temperatura y un botón de aire frío. Prácticamente cualquier secador cumplirá con estas características, a excepción de algunos secadores de viaje y otros modelos básicos.

Estos son los factores que deberás tener en cuenta para elegir un secador de pelo:

  • La potencia

Lógicamente, cuanta más potencia tenga tu secador, mucho mejor, aunque puede que no te interese pagar el precio de esas prestaciones de más con respecto a modelos de gama media. Básicamente deberás tener en cuenta tres factores que influyen en la velocidad y la eficacia de las prestaciones de un secador de pelo: los WATT, el tipo de motor y la potencia del aire.

Este último factor es el más importante: se trata de la cantidad de aire que sale del secador en un periodo de tiempo determinado, y se mide en metros cúbicos por horas, mayor potencia del aire, más rapidez de secado. Se trata de un valor directamente proporcional a los vatios del aparato.

En cuanto a los vatios, cuanto mayor sea esta cifra, más rápido será el secador (suele moverse entre los 1800w y los 2500w). Un secador profesional tendrá más vatios, secará más rápido (incluso a menor temperatura) y permitirá acabados más precisos. Si tienes una gran melena larga o si te gusta moldear tu pelo frecuentemente, puede ser recomendable invertir en un buen secador con estas prestaciones al alza. Si llevas el pelo corto o si, en general, no tienes mucho pelo o no le prestas excesiva atención, puede que te baste con 1800w.

Por otro lado, en lo referente al motor, existen tres tipos distintos: EC, AC, DC. El primero es el más moderno de todos, de tipo digital, y en principio garantiza una larga vida para tu secador (eso sí, lo notarás en el precio). El motor AC es un tipo de motor con corriente alterna, utilizado sobre todo en secadores profesionales, ya que admite potencias elevadas. Su vida útil es de unas 2.000 horas. Por último, el motor DC funciona con corriente continua y, aunque no tiene malas prestaciones, sí es cierto que permite menos potencia y que su vida útil es más reducida, de unas 1.200 horas. Es también el tipo de motor más presente en el mercado, al ser el más económico.

  • La salud de tu cabello

Más allá de detalles técnicos, debes tener en cuenta el estado de tu cabello antes de invertir en un secador. Si tu pelo está dañado, puede que merezca la pena invertir en un secador que incorpore prestaciones especiales para cuidarlo en mayor medida. Y es que el calor, por muy cuidados que seamos, es perjudicial para el cabello y debe usarse con moderación y cuidado. El llamado estrés térmico puede evitarse o reducirse gracias a estos aparatos que saben poner cuidado donde nosotros no somos capaces, así como aportar brillo y suavidad. Iones, cerámica... Lo mejor es consultar a un especialista.

  • Funciones

No se trata de que tenga ‘muchos botones’, sino los adecuados. El más básico: la selección de temperatura, ya que cada una de ellas cumple una función distinta. Además, no es bueno usar calor excesivo todo el rato, y ni un ratito en el caso de cabellos muy finos o dañados. Los modelos de gama media suelen traer tres temperaturas y los profesionales pueden tener cuatro.

También debes poder seleccionar la velocidad de secado, es decir, controlar el flujo de aire caliente. No siempre es necesaria ni conveniente la máxima potencia. Otro botón clave es el interruptor de aire frío: con él podrás fijar el peinado y enfriar el cabello sin tener que cambiar tu postura.