"Árbol va": la particular manera de probar la resistencia de los ejemplares en los parques gaditanos
Los trabajadores de parques y jardines de Cádiz denuncian métodos "prehistóricos" para probar la resistencia de los árboles
Cuatro hombres tiran de una cuerda hasta derribar una palmera
Piden la utilización de herramientas modernas como resistógrafos o tomógrafos
La cosa funciona de la siguiente manera. Primero se selecciona el árbol sobre el que se va a actuar, en este caso, una palmera. A continuación se le ata el extremo de una larga soga al espécimen vegetal cuya `resistencia´ vaya a probarse. Seguidamente, se les indica a tres o cuatro trabajadores que tiren con fuerza del otro extremo de la cuerda. Y, finalmente, se espera a ver si el árbol o la palmera cae directamente sobre el suelo -o sobre lo que coja por delante en su caída-, o si, por el contrario, se mantiene erguido.
Así, con una técnica que los trabajadores tachan de prehistoria de la jardinería, el Ayuntamiento de Cádiz está poniendo a prueba la resistencia de los arboles sospechos de estar dañados, en los parques y jardines de la ciudad.
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"Nos parece una barbaridad. Es de los tiempos de los barbaros"
"Nos parece una barbaridad. Es de los tiempos de los barbaros", se indigna José Luis Moreda, jardinero y presidente del comité de empresa de la adjudicataria del mantenimiento en la ciudad. "Eso de tirar con una cuerda de una palmera que tiene cincuenta o sesenta años es un deprecio absoluto a la vegetación, al mobiliario urbano, es, como decimos por aquí, hacerlo en plan compadre".
Hay dos problemas añadidos, señalan los trabajadores. El riesgo evidente de que se produzcan daños personales, y el no tan evidente, pero posible, de que semejante práctica dañe a los árboles y palmeras que la sufren.
"Lo peor no son las que han caído, lo peor, pienso yo, lo peor puede estar en las que no han caído", explica José Luis Moreda. "Los tirones con la cuerda pueden haberlas dañado interiormente, un daño que no se ve, pero que puede ser peligroso cuando los temporales vuelvan a desatar vientos fuertes".
Dado que la cuerda tiene más de cinco mil años de existencia, la pregunta de si existen otros métodos algo más recientes, para detectar los árboles enfermos que pueden caer sobre nuestra cabezas, tiene fácil respuesta.
"Me he quedado patidifuso, me parece una animalada que en el siglo XXI se estén haciendo estas cosas", explica a NIUS, Pablo Esparza de la Escuela de Arboricultura `I´m a Tree´. "Tenemos resistógrafos, que miden la dureza y la resistencia de la madera del árbol del exterior hacia el interior. Tenemos tomógrafos que a través de ondas te va diciendo si encuentra algún problema o no. Hay métodos que no sean hacer el animal".
Y eso sólo, añaden los expertos, si es necesario. Una simple inspección visual, y un mazo de goma, pueden decir si el árbol debe talarse, o no.
"Tenemos resistógrafos, tenemos tomógrafos. Hay métodos que no sean hacer el animal
"Hay que aprender a leer el árbol, los defectos que nos está mostrando" precisa Pablo Esparza. "Subiendo con una maza de goma, y golpeando el estípe de la palmera (su tronco), sabes por el sonido si hay una oquedad, si hay un problema. Con eso generalmente llega, pero ya digo, si no llega tenemos resistógrafos o tomógrafos".
Desde el ayuntamiento se defiende la práctica utilizada. Aducen que se llevó a cabo tras los temporales de marzo, y que de 45 palmeras sometidas a la misma práctica sólo cayeron tres. "Es una técnica llamativa, pero es necesaria para garantizar la seguridad ciudadana", ha declarado la Concejal de Medio Ambiente Rocío Saez.