Consternación en Jerez por la detención de un cura acusado de pederastia

  • Un menor de 14 años confesó a un seminarista que había sufrido abusos por parte del religioso

  • El Obispado de Jerez puso en conocimiento de la Fiscalía los hechos

En la barriada del Chicle todos le conocen por el padre Arturo. Llevaba tiempo en la parroquia de San Rafael, una iglesia acogedora, de barrio humilde, que domina la plaza del mismo nombre. Con sus misas, sus fieles y sus catequesis, como muchos otros templos. Una comunidad religiosa que se ha visto sacudida por la detención y el ingreso en prisión, este miércoles, de su párroco, el padre Arturo. El motivo, un presunto delito de pederastia.

"Nos hemos quedado sorprendidos, vamos", dice el hombre en la plaza de San Rafael. A su lado una mujer apuntala la opinión de su compañero: "Se le veía un hombre muy serio, muy recto, se veía mucha juventud en la iglesia, pero, claro, como hay muchos que van a la catequesis después de los 14, no podíamos suponer nada de eso".

Eso a lo que alude es un presunto abuso sobre un menor adolescente que habría contado lo sucedido a un seminarista. Los hechos llegaron a conocimiento del Obispado de Jerez.

"Una vez recibida la denuncia de dichas acusaciones, y en cumplimiento de la ley, se han notificado de manera inmediata a la Fiscalía los hechos denunciados", dice el obispado, en un comunicado de prensa. "En el trámite de diligencias previas, este Obispado se ha personado como acusación popular contra el denunciado".

"Si es que lo sabía, lo sabía, a los niños siempre les quería dar la catequesis. Se le veía en la cara", cuenta otra vecina, mientras alguien a su lado sentencia "Si la ha liado, pues, mira, que la ley haga lo que tenga que hacer".

Y lo que la policía, en nombre de la ley, ha hecho, ha sido detener al padre Arturo el pasado martes. Vinculado al movimiento neocatecumenal, conocidos en el seno de la iglesia como los kikos, de origen sudamericano, no tenía ningún antecedente.

"Este Obispado nunca ha tenido noticias, denuncias o indicios sobre conductas irregulares de este sacerdote", señala la nota del obispado." De hecho, a la hora en que ha obtenido la nacionalidad española, las autoridades solicitaron los correspondientes certificados de antecedentes penales tanto en su país de origen, como en España, sin que se encontrará antecedente penal alguno".

Con el párroco en el centro penitenciario Puerto II, de El Puerto de Santa María (Cádiz), en situación de prisión provisional sin fianza, el asunto permanece bajo secreto de sumario. La policía no descarta que, como en casos similares, al darse a conocerse una denuncia, otras familias, que puedan no haber hablado antes por la vergüenza que causan este tipo de hechos, se decidan a denunciar.

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