Alba, enfermera, el rostro de la precariedad laboral: 400 contratos en 14 años

  • Más de 300 de los contratos que ha firmado Alba durante estos años son de un solo día

  • “Si te llaman a la una para entrar a las tres, ¿cómo organizas tu vida?"

Alba es enfermera, terminó la carrera en el año 2005 y desde entonces acumula más de 400 contratos en diferentes hospitales y centros de salud. Esta sanitaria gallega está apuntada a la lista de contratación de Sergas, el servicio gallego de salud. Suelen llamar para ofrecer contratos por días, de una sola jornada o de un par a lo sumo, tanto es así que más de 300 de los contratos que ha firmado Alba durante estos años son de un solo día.

Una de las culpables de esta situación es la llamada tasa de reposición. Se achaca al hecho de que las enfermeras y enfermeros de los hospitales se jubilan, pero nadie cubre esos puestos, se suplen día a día con contratos precarios que afectan a miles de sanitarios. Lo que piden es que desde las administraciones pongan los medios para terminar con esta tasa y se ofrezcan todas las plazas “reales y necesarias” para poder ofrecer un servicio de calidad, que repercute no solo en la calidad laboral de enfermeras como Alba, también en el trato que se ofrece al paciente.

Otro de los motivos por los que se llama día a día son las bajas, muchas de las cuales, como las de maternidad, son conocidas con antelación y duran un tiempo determinado. Sin embargo, estas listas no contratan para suplir el total de la baja, cubren día a día o semana a semana. Tal es la precariedad que los contratos duran un máximo de lunes a viernes, así el hospital evita abonar la cantidad correspondiente al fin de semana. Una enfermera cubre una semana y al siguiente lunes llega una enfermera nueva que estará contratada hasta ese viernes, por lo que las administraciones se ahorran así abonar la cantidad correspondiente todos los fines de semana.

En cuanto a las oposiciones, aprobar no asegura una plaza, Alba ha aprobado tres oposiciones en Galicia y una en Gran Canaria. Un total de cuatro oposiciones aprobadas y nunca ha obtenido plaza. El motivo, según cuenta a Informativos Telecinco esta enfermera gallega, es que las plazas ofertadas no se ajustan a las necesidades de los hospitales porque para las administraciones la contratación eventual y precaria es mucho más rentable.

El mecanismo siempre es el mismo, desde las listas de contratación llaman cada día por la mañana, el trabajo puede ser para un día próximo o para el mismo día, en el caso de ser de tarde o de noche. Las listas van por zonas, por lo que el hospital o el centro de salud no suele ser el mismo, ya que el espacio que abarca una zona es amplio. Alba trabaja en la zona centro de Lugo, que abarca Lugo ciudad con dos hospitales y centros de salud y una zona amplia de municipios con centros de salud a lo largo de la provincia, por lo que puede hacer recorridos de más de una hora en coche para suplir una media jornada e incluso un tercio de jornada, dependiendo del centro en el que ese día le toque.

En un mismo hospital suelen hacer contrataciones por una sola jornada cada día, sin embargo, el hecho de que un sanitario repita dos días en un mismo hospital es una excepcionalidad. Como nos cuenta Alba, “los contratos de un día no son algo puntual, es algo que se hace a diario”.

Un hecho que no solo influye en lo laboral, también inevitablemente repercute en el terreno personal. No lograr una estabilidad laboral impide lograr una estabilidad personal, en muchas ocasiones familiar. Alba no tiene hijos, hecho que se debe en gran parte a su precaria situación laboral, pero sí conoce a enfermeras con niños que se encuentran en su misma situación. Como ella misma nos cuenta esas personas tienen que tener a alguien disponible cada hora de cada día por si lo necesitan, ya que “no existen guarderías 24 horas”. Porque para colmo, en ocasiones avisan a los miembros de las listas con solo unas horas de antelación, “Si te llaman a la una para entrar a las tres, con ese espacio que te dejan, ¿cómo organizas tu vida?”.

En cuanto a la posibilidad de rechazar un contrato eventual, las consecuencias serían aún peores de las que ya viven, podrían llegar a eliminarlas de esta lista, perdiendo la posibilidad de ser contratadas. “Si no trabajas, no cobras, no cotizas”, dice Alba, que en estos 14 años ha cotizado 9 años y medio, ya que teniendo contratos de una sola jornada necesitas mucho más tiempo para cotizar un año.

Lo que pide para ella y todos los compañeros y compañeras de profesión que viven la misma situación, “no queremos más precariedad y queremos que las cosas cambien”. Además, ha demostrado con su caso, con 400 contratos que ha guardado durante estos años y que hoy muestra, que “la eventualidad existe y la precariedad también”.