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Las trazas de cristal de olivino que está expulsando el volcán de Cumbre Vieja en la isla de La Palma son para muchos un anuncio de que la actividad eruptiva está acercándose a su fin. No hay un fundamento claro para esta afirmación solo algunas conclusiones elaboradas a través de coincidencias. Este mineral de silicato semiprecioso que juega con la gama de los verdes desde el oliva hasta el brillante, también está presente en las rocas de otros planetas como Marte o Júpiter.
Recientemente, los técnicos de Involcan hacían pública la imagen de una roca con incrustaciones de olivino en la que lo presentaban asegurando que "a veces los volcanes pequeños producen gigantes, como este cristal de olivino de las lavas más recientes".
Su presencia entre los materiales volcánicos arrojados por el volcán de Cumbre vieja no es algo extraño. Es posible encontrarlos en otros puntos del planeta con una fuerte actividad eruptiva como es el caso de Hawái. Pero también se puede obervar en la Reserva San Carlos de Arizona donde se extrae como piedra preciosa, o en Myanmar y Pakistán donde se usa como complemento para producir otros elementos como el mármol dolomítico o el serpentino.
Desde un punto de vista químico, los olivinos pertenecen al grupos de los nesosilicatos que cristalizan en el sistema cristalino ortorrómbico. Se trata de un mineral rico en magnesio y uno de los más importantes en la clasificación de las rocas igneas.
El cristal de olivino no es un mineral excesivamente caro, es posible encontrar joyeria y bisutería eleborado con este atractivo material. Lo complicado es hallarlo en la superficie con el suficiente grado de pureza y calidad como para que su precio sea elevado.
Más allá de su precio o valor,en algunas culturas, el olivino es considerado como la piedra de la felicidad y se suele usar para expresar la justicia, el amor y el afecto hacia los demás. Proporciona apoyo en momentos difíciles, de depresión o de decaimiento del ánimo.