La dificultad de ser madre en medio de una crisis

FERNANDO MORALES 03/05/2009 08:47

El modelo tradicional de familia ha sufrido profundas transformaciones en los últimos años. La incorporación masiva de la mujer al mercado de trabajo ha supuesto uno de los cambios sociales más importantes ocurridos en España desde los años setenta. Casi 9 millones de mujeres, según datos del Instituto de la Mujer, trabajan fuera de casa en la actualidad. Aún así la tasa de actividad femenina es 10 puntos inferior a la de los hombres. Hace 25 años, esa brecha era de 21 puntos.

El actual contexto de recesión económica dificulta que la mujer se inicie en la maternidad. El desempleo femenino en España es un 73% más alto que la media de la Unión Europea. Y mientras que en el conjunto de los países de la Unión la tasa de paro femenino se redujo tres décimas en 2008, España registró el mayor crecimiento de la UE, hasta alcanzar el 13%.

Ya en los últimos años, las españolas han ido retrasando la edad media para tener hijos. Si en 1982 se decidían a ser madres a los 28,3 años de media, en 2005, último dato disponible, lo hacían con casi 31 años, a los 30,9. "Terminar la carrera, buscar un trabajo, estabilizarse…es casi imposible empezar a pensar en tener hijos antes de los 30", cuenta Eugenia, madre primeriza a los 35 años. La edad media para tener el primer hijo superó los 30 años en 1996.

Las condiciones para ser madre y trabajar fuera de casa, máxime en una situación de crisis como la actual, "sin llegar a empeorar se han convertido en complejas", según refleja el informe Mujeres y hombres en España 2009, del Instituto de la Mujer. Además, las mujeres parten con desventaja, con una discriminación salarial que, como media, es del 15,4 %, según resultados de la Encuesta cuatrienal de Estructura Salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Jornada laboral

Una madre trabajadora se encuentra con el problema de cómo compaginar una jornada laboral doble, en la oficina y en casa, y la falta de ayudas en el hogar. Esto obliga a muchas mujeres a renunciar a desarrollar su carrera profesional durante los primeros años de vida de sus hijos, o al menos a ralentizarla. El coste de esta decisión en la trayectoria laboral a veces se pasa por alto, "porque si no lo haces, no tienes hijos", cuenta Eugenia. Eso puede explicar por qué durante las últimas tres décadas, España ha tenido una de las más bajas tasas de natalidad del mundo.

El permiso de maternidad tiene, actualmente, una duración de 16 semanas, ampliables, si el parto es múltiple, en dos semanas más por cada hijo. Un tiempo que muchas madres consideran insuficiente por lo que optan por vías alternativas para prolongar el tiempo de crianza, como las excedencias para cuidar a los hijos, que se han multiplicado por cuatro en siete años. Y aunque a esta opción podrían acogerse tanto las madres como los padres, de nuevo el reparto es desigual: según datos de la Tesorería General de la Seguridad Social en el año 2007, último con datos, de las 32.979 excedencias para el cuidado de hijos solicitadas, el 94% fueron mujeres.

La reducción de la jornada laboral para el cuidado de hijos, que puede ser de hasta la mitad de la jornada, es otra posibilidad a la que se acogen muchas mujeres, a pesar de que lleva pareja una reducción proporcional del sueldo. "Muchas veces, si sumas el coste de las guarderías y el de tener alguien que ayude en casa, compensa más reducirte el salario", apunta María, de 31 años y con un hijo de cinco años.

Tiempo dedicado al hogar

Analizando el uso que hacen de su tiempo hombres y mujeres, los datos apuntan que el dedicado al trabajo doméstico es de 3 horas y 39 minutos más por parte del sexo femenino. Esta tendencia no se debe a que los hombres tengan una implicación mayor en las tareas domésticas, sino, más bien, a que las mujeres y hombres han disminuido de manera considerable, especialmente en los últimos años, el tiempo dedicado a este tipo de tareas.

María lo tiene claro: "Cierto es que ahora los hombres ayudan más en casa, pero mientras yo hago la cena, mi marido juega a la Wii con mi hijo. Eso no son tareas del hogar". Se avanza, pero poco a poco. Demasiado despacio.